domingo, 7 de julio de 2013

El Papa invita en su encíclica a dejar que la fe ilumine todos los aspectos de la vida



5 de julio, 2013 (romereports.com) Francisco ha escrito la encíclica Lumen Fidei”, “La Luz de la fe”, a partir de un texto que le entregó Benedicto XVI. El resultado es una carta que combina teología y temas de actualidad, que lleva el sello personal de los dos papas.

El Papa invita a dejar que la fe “ilumine toda la existencia de las personas”. Dice que “la fe no es arrogante”, que “hace fuertes los lazos entre los hombres” y que está “al servicio concreto de la justicia, el derecho y la paz”.

Como no podía ser de otro modo. el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, ha sido uno de los encargados de presentarla.


Arz. Gerhard Ludwig Müller
Prefecto, Congregación para la Doctrina de la Fe
“La encíclica recuerda de un modo nuevo que la fe en Jesucristo es un bien para el hombre, un bien para todos, un bien común. Su luz no ilumina sólo a los de dentro de la Iglesia ni sirve sólo a construir la vida eterna. La fe nos ayuda a edificar nuestras sociedades de modo que caminemos hacia un futuro de esperanza”.

A lo largo del texto hay varias definiciones de fe. El Papa recuerda que nace de un encuentro y que “significa confiarse a un amor misericordioso que siempre acoge y perdona, que sostiene y orienta la existencia”.

El Papa utiliza ejemplos de la vida diaria para explicarla. Por ejemplo, dice que la promesa de amor eterno entre un hombre y una mujer compromete toda la vida y recuerda muchos rasgos de la fe.

Card. Marc Ouellet
Prefecto, Congregación para los Obispos
“A la trilogía de Benedicto XVI sobre las virtudes teologales le faltaba un pilar. La Providencia ha querido que ese pilar fuera un regalo del Papa emérito a su sucesor, y al mismo tiempo un símbolo de unidad. Asumiendo y concluyendo la obra de su sucesor, el Papa Francisco muestra junto a Benedicto la unidad de la fe. Un papa pasa a otro la luz de la fe, como se da el relevo en las carreras en el estadio”.

Arz. Rino Fisichella
Presidente, Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización
“Ante el Año de la Fe pedimos a Benedicto XVI que escribiera una encíclica sobre la Fe que concluyese la trilogía que inició con “Dios es amor”, sobre la caridad, y “Salvados en la esperanza” sobre la esperanza. El Papa no se sentía con fuerzas, pero cedió ante la insistencia. Era una conclusión del Año de la Fe. Pero la Providencia cambió sus planes”.

La encíclica contiene elementos habituales del pensamiento de Benedicto XVI, como que “tener fe es razonable” y que “no es algo privado ni una opinión subjetiva” porque “vivir una fe sin verdad, no salva”. Además, cita algunos de sus autores preferidos como Nietszche, T.S. Elliot o Dostoievski.

La primera encíclica de los papas suele ser un texto programático para el Pontificado. Por eso, es importante que esta, la primera de Francisco sea un texto de gran optimismo y esperanza.

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