19 de febrero, 2013. (Romereports.com) Si pensamos en los cardenales norteamericanos, probablemente Timothy Dolan sea el más conocido. Es el arzobispo de Nueva York y fue creado cardenal por Benedicto XVI en febrero de 2012. Ahora, un año después de recibir la birreta roja, participará en el cónclave para elegir al sucesor de Pedro.
Cuando fue creado cardenal, no lo valoró como un ascenso, sino como una oportunidad para servir mejor a la Iglesia.
Card. Timothy Dolan
Arzobispo de Nueva Cork
“Me ha dado mucha humildad. No puedo dejar que esto se me suba a la cabeza. No puedo dejar que mi cabeza se hinche tanto como mi barriga. Tengo que recordarme a mí mismo que soy un pecador, que constantemente tengo que mejorar”.
Es un cardenal muy carismático y gran aficionado a los deportes. Tiene 63 años y es el presidente de la Conferencia Episcopal de EEUU. Cuando era niño, ya decía que quería celebrar Misa.
En 2012 la revista Time lo incluyó en la lista de las 100 personas más influyentes del mundo.
Fue arzobispo de Milwaukee entre 2002 y 2009. Antes de eso, fue obispo auxiliar en San Louis. Ha vivido muchos años en Italia, fue rector del Pontificio Colegio Norteamericano en Roma, donde los seminaristas norteamericanos se preparan para ser sacerdotes.
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