30-06-2014
Totalmente recuperado de la leve indisposición que el viernes le obligó a cancelar su visita al hospital Gemelli, el Papa presidió la Misa de la festividad de San Pedro y San Pablo, patronos de Roma.
A la ceremonia asistió un representante del Patriarca Ecuménico Bartolomé, el metropolita Ioannis, al que Francisco saludó con afecto.
Impuso los palios a 24 arzobispos, la pequeña estola de lana que simboliza la unidad hecha con la lana de los corderos bendecidos el día de Santa Inés.
En su homilía, Francisco evocó el cautiverio de San Pedro y explicó cómo Dios lo libró de la cárcel e hizo que el apóstol perdiera el miedo. Usó ese ejemplo para hablar de los temores que sufren muchos obispos.