Solemnidad del Corpus Christi [Arquidiócesis de Trujillo]

En un marco festivo, miles de fieles proclamaron y renovaron su fe en Cristo presente en el Santísimo Sacramento, durante la Solemnidad del Corpus Christi, realizado fervorosamente el jueves 19, en la Plaza de Armas de Trujillo, lugar, que como en ocasiones anteriores, lució decorado con las mejores alfombras, arcos y rosas naturales.

Fueron poco más de tres horas festivas en las que los fieles venidos de todas las parroquias de la Arquidiócesis de Trujillo, experimentaron la inminente presencia de Jesucristo en la Eucaristía. El momento más sublime se sintió durante la entonación -a viva voz- del Himno del Corpus Christi, a su salida de la Basílica Catedral sobre su anda floral. Obispos, sacerdotes, autoridades, movimientos eclesiales, grupos parroquiales y fieles en general corearon las letras musicales que resonarán en los próximos años en esta festividad.

El Arzobispo de Trujillo, Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte OFM., al celebrar la Solemne Misa concelebrada por su Obispo Auxiliar, Monseñor Javier Travieso y sacerdotes de esta jurisdicción eclesiástica, aprovechó su homilía para recordar que el hombre, desde su creación posee el aliento de Dios y por eso el ser humano, desde su origen desea y busca el encuentro con la divinidad.

“Sólo en la búsqueda y en el encuentro con lo divino el ser humano encuentra su propia felicidad, su realización, su verdadera vocación humana, digna". Las frases de Cristo dan solidez a esta realidad: “El reino de Dios está dentro de vosotros y no solo de pan vive el hombre, sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios”, recordó el Arzobispo.

En otro momento de la homilía, invocó a las autoridades a frenar la corrupción, la impunidad y la deshonestidad. “Debemos volver a apreciar en nuestra vida la lealtad, la decencia, el respeto, la integridad”, dijo Monseñor Miguel Cabrejos.

Tras el acto litúrgico, el Santísimo Sacramento -en andas- emprendió el multitudinario recorrido procesional derramando bendiciones a todos los peregrinos que creen y celebran a Jesucristo presente en la Hostia Consagrada. La solemne procesión culminó con la bendición Eucarística impartida por Arzobispo desde el estrado principal, acompañado de una exhibición de bombardas multicolores lanzadas desde la Basílica Catedral al cielo trujillano.