Mons. Reinaldo Nann

domingo, 16 de octubre de 2011

"Vamos a seguir trabajando en Dadaab…

… siguiendo los protocolos de seguridad más altos", dice la responsable de Cáritas Somalia.

Combo de fotografías facilitadas por Médicos Sin Fronteras (MSF) de la madrileña Blanca Thiebaut (arriba), de 30 años, y la catalana Montserrat Serra, de 40, las dos cooperantes de MSF que fueron secuestradas en Dadaab, Kenia, cuando viajaban en un vehículo que fue asaltado a tiros y cuyo conductor resultó herido. EFE
Nairobi (Agencia Fides) - "Cáritas sigue los protocolos de seguridad más altos y continuará trabajando en Dadaab," dijo a la Agencia Fides Suzanna Tkalec, trabajadora de la Catholic Relief Services (CRS), responsable de Cáritas Somalia para las operaciones en Dadaab (en el norte de Kenia), donde ayer, 12 de octubre, fueron secuestrados dos chicas cooperantes humanitarias españolas de Médicos Sin Fronteras (MSF). Las dos voluntarias han sido secuestradas desde el campo de Ido, una estructura que alberga la mayor comunidad de refugiados somalíes en el mundo (más de 400.000 personas).

Dadaab, campo de refugiados.

Según la policía de Kenia el responsable del secuestro es un grupo de Shabab, fundamentalistas de Somalis que luchan contra el gobierno de transición somalí en Mogadiscio.

Frontera de Kenya con Somalia

Además de los dos miembros del personal de MSF, que han sido trasladadas a Somalia, otras dos mujeres (un turista ciudadana francesa y una de nacionalidad británica) están en manos de los secuestradores somalíes. Las dos mujeres fueron secuestradas a distancia de un corto período de tiempo la una de la otra en el archipiélago de Lumu, uno de los resorts más exclusivos del turismo en Kenia, que se encuentra a unos diez kilómetros de la frontera con Somalia.

"Es difícil decir si se trata de una estrategia política clara por parte de los Shabab, o estos episodios son los actos de vandalismo para obtener un rescate. En este último caso estaríamos en presencia de una “extensión en la tierra firme” de las actividades delictivas llevadas a cabo por piratas somalíes en alta mar", dice a Fides uno de los colaboradores del CRS que trabaja a Dadaab. Acerca de las condiciones de trabajo en el área, nuestro interlocutor agrega: "Garantizar la seguridad de un pueblo a pocos kilómetros de la frontera con Somalia, donde se concentra un gran número de refugiados, no es fácil, pero hay protocolos de seguridad que la mayoría de nosotros seguimos". "El secuestro de dos trabajadores de ayuda humanitaria es un acontecimiento dramático, pero esto no impide que podamos continuar con nuestra misión", dice Suzanna Tkalec.

(L.M.) (Agencia Fides 14/10/2011).


Prelatura de Caravelí ruega a todos nuestros lectores, un alud de oraciones en comunión con Benedicto XVI, por el feliz desenlace y recuperación, de las 2 cooperantes y las 2 turistas secuestradas. También, para que la ayuda internacional se haga presente de forma inmediata: a corto plazo en forma de alimentos, y a medio plazo el establecimiento de campos de agricultura necesaria para su alimentación y sostenimiento económico. 

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