El Papa Advierte De La Comunicación Calumniosa © Vatican News
Como en la dictadura nazi, dice el Papa
JUNIO 18, 2018 18:35
(ZENIT – 18 junio 2018).- El Papa advierte de que se pueden “destruir
instituciones o personas” con la calumnia: “Se usa la seducción que el
escándalo tiene en la comunicación. Justamente de esta ‘comunicación
calumniosa’, ha dicho Francisco en su homilía en la Misa matutina celebrada en
la Capilla de la Casa Santa Marta.
En la mañana del lunes, 18 de junio de 2018, el Santo Padre ha alertado
de que “también hoy, en muchos países, se usa este método: destruir la
libre comunicación” y lo ha comparado con la dictadura nazi: “Pensemos por
ejemplo en las dictaduras del siglo pasado. Pensemos en la persecución a los
judíos, por ejemplo. Una comunicación calumniosa, contra los judíos; y
terminaban en Auschwitz porque no merecían vivir”.
En esta línea, el Pontífice ha observado que por este motivo, hay muchas
personas, “tantos países destruidos por dictaduras malvadas y calumniosas”. Ha
explicado que hoy también sucede en las pequeñas sociedades, en las personas y
en tantos países: “El primer paso es apropiarse de la comunicación, y después
la destrucción, el juicio, y la muerte”.
Una “gran seducción”
“También en la vida cotidiana es así” –ha asegurado el Papa Francisco–.
Si se quiere destruir a una persona, “inicio por la comunicación: difamar,
calumniar, decir escándalos”.
“Y comunicar escándalos es un hecho que tiene una seducción enorme, una
gran seducción. Se seduce con los escándalos. Las buenas noticias no son
seductoras: si, pero que bien que ha hecho. Y pasa… Pero un escándalo: pero has
visto. Has visto esto. Has visto aquel otro. ¿Qué cosa ha hecho? Esta
situación… Pero no puede, no se puede ir adelante así. Y así la comunicación
crece, y esa persona, esa institución, aquel país termina en la ruina. No se
juzgan al final a las personas. Se juzgan las ruinas de las personas o de las
instituciones, porque no pueden defenderse”.
Historia de Nabot
El Papa ha reflexionado a partir de la historia de Nabot, narrada
hoy en el Primer Libro de los Reyes y propuesta en la Primera Lectura. El rey
Acab desea la viña de Nabot y le ofrece dinero. Aquel terreno pero forma parte
de la herencia de sus padres y por lo tanto el hombre lo rechaza. Entonces Acab
que era “caprichoso”, hace como los niños cuando no obtienen lo que quieren:
llora.
Luego, siguiendo el consejo de su mujer cruel, Jezabel, lo acusa de
falsedad, lo mata y toma posesión de su viña. Nabot –ha señalado el Pontífice–
es pues un “mártir de la fidelidad a la herencia” que había recibido de sus
padres: una herencia que iba más allá de la viña, una “herencia del corazón”.
Francisco ha indicado que la historia de Nabot es paradigma para la
historia de Jesús, de San Esteban y de todos los mártires que han sido
condenados “usando un escenario de calumnias”. Pero es también un paradigma en
el modo de proceder de mucha gente, de “tantos jefes de Estado y de Gobierno”.
Se comienza con una mentira y, “después de haber destruido sea una persona, sea
una situación con aquella calumnia”, se juzga y se condena, ha descrito.
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