Mons. Reinaldo Nann

miércoles, 5 de marzo de 2014

Miércoles de Ceniza


Photo credit: Pontificia Universidad Católica de Chile / Foter.com / CC BY-SA

El Miércoles de Ceniza (dies cinerum) es el primer día de la Cuaresma en el calendario católico, protestante, y anglicano. Tiene lugar 46 días antes de Pascua; se considera que la Cuaresma tiene 40 días de duración (no se cuentan los domingos). Por tanto, dura 7 semanas.

Este día puede variar anualmente según se celebre la Pascua que, ha de coincidir con el primer domingo, después de la primera luna llena de primavera. Por tanto, el Miércoles de Ceniza puede variar entre el 4 de febrero y el 10 de marzo.

La denominación proviene del siglo X, cuando fue instituida la ceremonia de la bendición y imposición de la ceniza como signo penitencial.


Este día, que para los católicos es día de ayuno y abstinencia, igual que el Viernes Santo, se impone la ceniza a los fieles que van a Misa. Según la tradición, la ceniza se ha de obtener a partir de la cremación de los laureles y palmas bendecidas el Domingo de Ramos del año anterior, y ha de ser impuesta en la cabeza de los fieles en forma de cruz.

La ceniza es símbolo de caducidad de la condición humana, signo penitencial (utilizado desde el Antiguo Testamento) y de conversión, que tiene que ser el aspecto dominante durante toda la Cuaresma. Durante la imposición de la ceniza a los cristianos, el sacerdote pronuncia las palabras: ‘Memento, homo, quia pulvis es, et in pulverem reverteris’, es decir: ‘Recuerda, hombre, que polvo eres, y en polvo te convertirás’. En la actualidad se utiliza también la fórmula: ‘Conviértete y cree en el Evangelio’.

Antiguamente sólo se imponía la ceniza, a los pecadores públicos que, se sometían al rito y posteriormente eran sacados del templo tras la imposición.

No hay comentarios:

Publicar un comentario