Mons. Reinaldo Nann

miércoles, 26 de junio de 2013

Papa Francisco: "La gente quiere que los sacerdotes seamos padres espirituales"



26 de junio, 2013 (romereports.com) La Misa del Papa Francisco en Casa Santa Marta fue un poco especial porque celebró el 60 aniversario de su ordenación sacerdotal del cardenal Salvatore di Giorgi. Por eso había en la capilla más de 80 sacerdotes concelebrando y el Papa habló en la homilía sobre el papel de los sacerdotes.

Papa Francisco
“Cuando un hombre no siente ese deseo, algo le falta a ese hombre. Algo no va bien. Todos nosotros para alcanzar la plenitud, para ser maduros, debimos sentir la alegría de la paternidad: también nosotros los célibes. La paternidad es dar vida a los demás, dar vida, dar vida... en nuestro caso será la paternidad espiritual: pero es dar vida, convertirnos en padres”.

El Papa pidió a los sacerdotes que se esfuercen para ser padres espirituales y obtener frutos con su trabajo pastoral alegre y generoso.

Extracto de La Homilía
(Fuente: Radio Vaticana)



“Cuando un hombre no siente ese deseo, algo le falta a ese hombre. Algo no va bien. Todos nosotros para alcanzar la plenitud, para ser maduros, debemos sentir la alegría de la paternidad: también nosotros los célibes. La paternidad es dar vida a los demás, dar vida, dar vida... en nuestro caso será la paternidad espiritual: pero es dar vida, convertirnos en padres”.

“Un padre que sabe qué significa defender a los hijos. Y esta es una gracia que nosotros los sacerdotes debemos pedir: ser padres, ser padres. La gracia de la paternidad, de la paternidad pastoral, de la paternidad espiritual. Tendremos muchos pecados, pero eso es del 'común de los santos': todos tenemos pecados. Pero no tener hijos, no convertirse en padre, es como si la vida no llegase a su fin: se detiene a mitad de camino. Y por eso debemos ser padres. Pero es una gracia que el Señor concede. La gente nos llama así: 'Padre, padre, padre...' Nos quiere así, padres, con la gracia de la paternidad pastoral”.

“Demos gracias al Señor por esta gracia de la paternidad en la Iglesia, que va de padre a hijo... Yo pienso, para terminar, en estos dos iconos y en una cosa más: la imagen de Abraham con el bastón en la mano, defendiendo la familia; la imagen del anciano Simeón en el Templo, cuando recibe la vida nueva: que hace una liturgia espontánea, la liturgia de la alegría, ante Él. Y en vosotros, ¡que el Señor hoy os conceda mucha alegría!”

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