Mons. Reinaldo Nann

viernes, 5 de febrero de 2021

Boletín para las Iglesias Domésticas en la Prelatura de Caravelí y amigos N° 3/21 Domingo 7 de febrero 2021

1.    Editorial

La segunda ola de la pandemia del Coronavirus nos está golpeando fuerte. En enero había más que 5000 muertes por el Virus en el Perú, en diciembre eran solo 2000. Por eso hemos encontrado nuevamente en una cuarentena, desde el 31 de enero nuevamente ya no hay misas públicas en la mayoría de las regiones del Perú. Por eso nuevamente acudimos a las misas virtuales y a las celebraciones de la palabra de Dios en las familias. Me comprometo a elaborar y compartir estos subsidios nuevamente cada domingo.

Su Obispo P.  Reinaldo Nann

2.    Celebración

Canto de entrada:  El profeta https://youtu.be/hL-GkqkBzJs

En el nombre…

Oración: Protege Señor con amor continuo a tu familia, para que al apoyarse en la esperanza se siente siempre protegida por ti. Amen.

Lectura del Libro de Job  7,1-4.6-7

¿No es una servidumbre la vida del hombre sobre la tierra? ¿No son sus jornadas las de un asalariado? Como un esclavo que suspira por la sombra, como un asalariado que espera su jornal, así me han tocado en herencia meses vacíos, me han sido asignadas noches de dolor. Al acostarme, pienso: “¿Cuándo me levantaré?”. Pero la noche se hace muy larga y soy presa de la inquietud hasta la aurora. Mis días corrieron más veloces que una lanzadera: al terminarse el hilo, llegaron a su fin. Recuerda que mi vida es un soplo y que mis ojos no verán más la felicidad. Palabra de Dios.   R/ Te alabamos Señor.

Salmo 147

R./ El Señor sostiene a los humildes

- ¡Qué bueno es cantar a nuestro Dios, qué agradable y merecida es su alabanza! / El Señor reconstruye a Jerusalén y congrega a los dispersos de Israel;

- sana a los que están afligidos y les venda las heridas. / Él cuenta el número de las estrellas y llama a cada una por su nombre:

- nuestro Señor es grande y poderoso, su inteligencia no tiene medida. / El Señor eleva a los oprimidos y humilla a los malvados hasta el polvo.

Lectura de la primera carta del apóstol San Pablo a los Corintios 9,16-19.22-23

Si anuncio el Evangelio, no lo hago para gloriarme: al contrario, es para mí una necesidad imperiosa. ¡Ay de mí si no predicara el Evangelio! Si yo realizara esta tarea por iniciativa propia, merecería ser recompensado, pero si lo hago por necesidad, quiere decir que se me ha confiado una misión.  ¿Cuál es entonces mi recompensa? Predicar gratuitamente la Buena Noticia, renunciando al derecho que esa Buena Noticia me confiere. En efecto, siendo libre, me hice esclavo de todos, para ganar al mayor número posible. Y me hice débil con los débiles, para ganar a los débiles. Me hice todo para todos, para ganar por lo menos a algunos, a cualquier precio. Y todo esto, por amor a la Buena Noticia, a fin de poder participar de sus bienes. Palabra de Dios.   R/ Te alabamos Señor.

Aleluya

Lectura del Santo Evangelio según San Marcos 1,29-39      R/Gloria a ti, Señor.

Cuando salió de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo dijeron de inmediato. Él se acercó, la tomó de la mano y la hizo levantar. Entonces ella no tuvo más fiebre y se puso a servirlos. Al atardecer, después de ponerse el sol, le llevaron a todos los enfermos y endemoniados,  y la ciudad entera se reunió delante de la puerta.  Jesús curó a muchos enfermos, que sufrían de diversos males, y expulsó a muchos demonios; pero a estos no los dejaba hablar, porque sabían quién era él. Por la mañana, antes que amaneciera, Jesús se levantó, salió y fue a un lugar desierto; allí estuvo orando.  Simón salió a buscarlo con sus compañeros, y cuando lo encontraron, le dijeron: «Todos te andan buscando».  Él les respondió: «Vayamos a otra parte, a predicar también en las poblaciones vecinas, porque para eso he salido». Y fue predicando en las sinagogas de toda la Galilea y expulsando demonios. Palabra del Señor. R/Gloria a ti, Señor Jesús

Reflexión

La primera lectura nos presenta a un Job afligido, sin esperanza. Su vida parece solo un “soplo”, algo muy pasajero. ¿A veces te sientes así? ¿Por qué?

El evangelio de hoy nos da la esperanza, que con Jesús nos llega la salvación. Todos se acercan a Él, porque tiene poder sobre las enfermedades y los malos espíritus. ¿La fe en Jesús te llena de esperanza? ¿Como podemos acercarnos más a Jesús?

Jesús en las noches se retira para orar. Necesita llenarse nuevamente con la fuerza de su Padre Dios. Nosotros también necesitamos la oración. ¿En la familia, que momentos de oración tenemos?

Credo

Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.

 Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato - fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.

 Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

Peticiones

C.: En el camino de esta vida nuestras fuerzas desfallecen, las heridas aparecen y necesitamos al único capaz de atender todas nuestras necesidades. Al Padre elevamos nuestras oraciones repitiendo:

R./ Padre sana nuestros corazones destrozados

1. Padre te pedimos por la iglesia, cuerpo de tu hijo; para que sanes los pecados de todos los que la componemos y resplandezca nuevamente la luz de Cristo. /R.

2. Padre te pedimos por el mundo lleno de injusticia y egoísmo, para que sanando las heridas de los corazones, nos llenamos de tu amor; para que florezca con fuerza el reino de tu Hijo. Roguemos al Señor. /R.

3. Padre te pedimos por todos los enfermos, reconfórtalos, anímalos, sánalos: acepta su dolor como sacrificio por la salvación del mundo. También te pedimos por todas las personas, que los cuidan, médicos, enfermeras y familiares: para que su entrega y dedicación llegue a ti como ofrenda de amor. Roguemos al Señor. /R.

4. Por nuestros difuntos, especialmente los que no pudimos despedir. Para que pueden encontrar su paz y nueva vida en Ti, Señor. Roguemos al Señor. /R.

C.: Padre, tu mejor que nadie sabes de las necesidades de nuestra familia. Atiende con generosidad todas nuestras plegarias y acompáñanos en nuestro caminar. Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor. R/ Amen.

Padre Nuestro, Comunión Espiritual

Oración: Cristo Resucitado, ante esta pandemia nos hemos sentido como las mujeres ante la tumba de Jesús: tristes y desvalidos. ¿Quién nos moverá la piedra de la tumba? ¡Y vienes tu Señor diciéndonos “Alégrense!” Ya no estás muerto, has resucitado. Queremos ver a un Perú resucitando de la pandemia. A un Peru que se levanta de esta tumba de la muerte. A un Peru solidario, que recupera su esperanza y empiece a respirar. Señor, aumenta nuestra fe, esperanza y caridad. Haznos soñar un nuevo Perú, que se levanta de la tumba a la vida. Dios de la vida y de la resurrección, ayúdanos a resucitar ahora. Amen.

 Bendición de los Padres a sus hijos

Canto final: Sáname Señor con tu Espíritu https://youtu.be/mJZkBcaE8FQ

 

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