Lectura
del santo evangelio según san Mateo 5,20-26
“En aquel
tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Si no sois mejores que los escribas y
fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. Habéis oído que se dijo a los
antiguos: No matarás, y el que mate será procesado. Pero yo os digo: Todo el
que esté peleado con su hermano será procesado. Y si uno llama a su hermano
imbécil, tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama renegado, merece
la condena del fuego. Por tanto, si
cuando vas a poner tu ofrenda sobre el
altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja
allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y
entonces vuelve a presentar tu ofrenda. Con el que te pone pleito, procura
arreglarte en seguida, mientras vais todavía de camino, no sea que te entregue
al juez, y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. Te aseguro que no
saldrás de allí hasta que hayas pagado el último cuarto”.
Reflexión
del Evangelio de hoy
"El
Señor siempre es justo"
Hoy Dios
nos habla por boca del Profeta Ezequiel. Y una vez más se nos ofrece la mano
tendida del Señor. Desde el Antiguo Testamento su misericordia se nos anuncia
claramente, la posibilidad de arrepentirnos y corregir nuestras malas acciones
es la llave que abre la puerta a la vida eterna. Nuestros pecados serán
olvidados si hay verdadero arrepentimiento. Pero del mismo modo si obramos mal
conscientemente, eso tampoco se olvidará.
Muchas
veces no entendemos a Dios, incluso nos enfrentamos a Él por lo que
consideramos injusto, sin darnos cuenta de que nuestras obras son la causa de
esa supuesta “injusticia divina”. No debemos olvidar nunca que Dios es Padre, y
un padre siempre quiere lo mejor para sus hijos. En este pasaje, en el último
párrafo, se nos invita a la reflexión, a mirar en nuestro interior, a hacer ese
examen de conciencia del que nos hablaban de pequeños en la catequesis y que
muchas veces hemos olvidado. Sería bueno, como propósito, que en este tiempo de
Cuaresma recuperásemos la costumbre de meditar unos minutos al final del día
sobre nuestras acciones y corrijamos aquello que no hayamos hecho bien. Dios
nos está esperando como el padre de la parábola del hijo pródigo.
"Ama
antes de querer ser amado"
Hermosas
palabras las de Cristo, maravillosa enseñanza: si no estás a bien con tus
hermanos ¿a qué vienes con ofrendas a Dios? Cuantas veces he reflexionado con
este texto y cuantas veces me he dado cuenta de mi pequeñez. Una vez más, Cristo
nos pone delante el espejo, en el que no queremos mirarnos, la cruda realidad
cotidiana en la que vivimos. Somos muy dados a los golpes de pecho en público
mientras nuestro corazón oculta rincones de rencor. Nuestra naturaleza es así:
de cara a la gente nos presentamos con nuestras mejores galas mientras que en
lo privado carecemos de luz. Y lo malo es que pretendemos hacer lo mismo con
Dios: mucha ofrenda, mucha promesa, mucha penitencia pública (en estos días de
Cuaresma más aún) pero a nuestro prójimo, que es nuestro hermano, lo tenemos en
el rincón más oscuro. Y así no.
Cuando
llega la Cuaresma se nos invita a la conversión ¿Y qué mejor conversión que
reconciliarnos con aquellos con los que hemos sido injustos, con los que hemos
discutido, con los que hemos dejado en la cuneta? De poco sirve a los ojos
de Dios que quememos incienso y encendamos velas en su honor si en algún lugar
hay alguien llorando por nuestra culpa.
Aprovechemos
la Cuaresma para arreglar nuestras diferencias con el hermano como mejor manera
de honrar a Dios. Vayamos al Sagrario y pongamos ante Él un corazón puro y
nuestro amor al prójimo como mejor ofrenda.
D. Luis Maldonado Fernández de
Tejada, OP
Fraternidad Laical de Santo Domingo, de Almagro
Fraternidad Laical de Santo Domingo, de Almagro
https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/15-3-2019/
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