Lectura del santo evangelio según san Mateo
8,28-34
En
aquel tiempo, llegó Jesús a la otra orilla, a la región de los gerasenos. Desde
el cementerio, dos endemoniados salieron a su encuentro; eran tan furiosos que
nadie se atrevía a transitar por aquel camino. Y le dijeron a gritos: «¿Qué
quieres de nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido a atormentarnos antes de tiempo?»
Una gran piara de cerdos a distancia estaba hozando. Los demonios le rogaron:
«Si nos echas, mándanos a la piara.» Jesús les dijo: «Id.» Salieron y se
metieron en los cerdos. Y la piara entera se abalanzó acantilado abajo y se
ahogó en el agua. Los porquerizos huyeron al pueblo y lo contaron todo,
incluyendo lo de los endemoniados. Entonces el pueblo entero salió a donde
estaba Jesús y, al verlo, le rogaron que se marchara de su país.
Reflexión del Evangelio de hoy
Buscad
el bien y no el mal, y viviréis
Muchas
veces perdemos la perspectiva de Dios y la Salvación. Así le pasaba a Israel,
el Pueblo Elegido, en tiempos de Amós y así nos pasa a nosotros tantas veces…
En realidad no buscamos la Salvación de Dios, sino la nuestra, la que mejor
responde a nuestros intereses egoístas de fama, riqueza, reconocimiento… sin
importarnos gran cosa cómo conseguirla y mucho menos a costa de quién. Mientras
Dios y la religión respondan a esta perspectiva, iremos al templo, quemaremos
incienso en su honor, daremos limosnas… para nuestra “tranquilidad” y la de los
demás.
Dios
nos llama a una Salvación integral de la persona, pero no en solitario porque
Él es, fundamentalmente, un Padre-Madre que nos quiere, especialmente a los más
pequeños, a los que nadie quiere. Dios nos llama y ofrece ese su valor
fundamental, su esencia: el Amor… Sólo así la Fe, la religión tiene sentido
ahora y para toda la eternidad. Ahora, porque no bastan las palabras, las
liturgias, los sacrificios rituales. Lo que Dios quiere es que ese Amor se traduzca
en la práctica del Bien, la Justicia, la Paz… Y ya sabemos que todo eso
requiere sacrificios porque amar es en verdad morirse un poco a uno mismo para
dar vida, alegría, esperanza… a quien lo necesita.
¿Qué
quieres de nosotros, Hijo de Dios?
Realmente
no es fácil desentrañar todos los sentidos de este texto de San Mateo. Lo que
sí parece claro es que se plantea un enfrentamiento entre Cristo, el Hijo de
Dios, la Encarnación del Bien y el Amor contra el Mal en toda su oscura y
profunda oscuridad. El Mal y su consecuencia: el pecado están bien presente en
todo el texto: los endemoniados viven en un escenario de muerte sin norte ni
horizonte de esperanza, la piara de animales representa la resistencia
organizada al Dios de la Vida, del Sentido… y finalmente el abismo y el mar, es
decir, la Nada, el Caos…
La
frase que da título a este comentario es muy significativa: en un territorio
considerado impuro por los judíos, los espíritus del mal reconocen a Jesús como
hijo de Dios, contrastando con tantos fariseos, representantes de la religión
oficial que precisamente lo tachan de estar dominado por el Maligno. Es
inevitable acordarnos de aquellas palabras del Señor denominándolos “guías
ciegos”. Ante la presencia de Jesús, los espíritus le piden ir con la piara de
cerdos, es decir, con esas fuerzas controladoras del mal que, inexorablemente,
se precipitan en el abismo, en las tinieblas… de donde en realidad han venido.
Y es que con Cristo se “recrea” el mundo a través del Amor, venciendo a las
“sombras de muerte” que solo pueden conducir al hombre a la definitiva
perdición.
Cristo
ha venido para salvarnos del mal y la muerte definitiva. Sale constantemente a
nuestro encuentro “mirándonos con cariño”, esperando siempre, invitándonos a
romper con la inercia del pecado y brindándonos la verdadera opción de una vida
con sentido de plenitud y eternidad. Para ello, hemos de abandonar los caminos
de muerte que nos llevan a la tristeza y la desesperación y atrevernos a
seguirle.
¿Qué
actitudes y “sacrificios” llevo al Templo?
¿Cuáles
son hoy los territorios de muerte en nuestro mundo?
¿Me
dejo llevar por la inercia del mal y el pecado?
D. Carlos José
Romero Mensaque, O.P.
Fraternidad Fray Bartolomé de las Casas (Sevilla)
https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/4-7-2018/
Fraternidad Fray Bartolomé de las Casas (Sevilla)
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