Mons. Reinaldo Nann

viernes, 29 de junio de 2018

Evangelio del día, 29-06-2018 (Duodécima Semana del Tiempo Ordinario, Año Par)


Lectura del santo evangelio según san Mateo 16, 13-19
En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: -«¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?» Ellos contestaron: -«Unos que Juan Bautista, otros que Ellas, otros que Jeremías o uno de los profetas.» Él les preguntó: -«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» Simón Pedro tomó la palabra y dijo: -«Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.» Jesús le

respondió: -«¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora te digo yo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo.»

Reflexión del Evangelio de hoy
El Señor me ha librado de las manos de Herodes
La primera comunidad recibe el favor de sus vecinos; pero el crecimiento de la misma contempla que a ella se incorporan gentes que provienen del paganismo y que ayudan a la economía de la comunidad. Este simple hecho no es bien visto por las autoridades, Herodes en particular, y responde con crueldad matando a Santiago y encarcelando a Pedro. No es exagerado decir que la liberación del aturdido Pedro, y en la Pascua, evoca el Éxodo y su salida a toda prisa de Egipto. Pasado un tiempo, Pedro advierte lo que le ha ocurrido, y a partir de ahora su predicación llevará el mensaje universal de acogida a los paganos. Quizá haya sido más importante la liberación interior que, por la gracia, ha experimentado, que la externa excarcelación.
He combatido bien mi combate
No hay inconveniente en asumir este párrafo, junto con otros de la misma carta, como la despedida o testamento de Pablo. Son sus últimas reflexiones ante su inminente muerte –está encarcelado en Roma-: confidencias de complicidad pastoral, consideraciones íntimas del apóstol, confesiones creyentes. Como si fuera un tímido intento de balance de su vida, Pablo declara su firme confianza en el Señor en el que ha depositado toda su esperanza. No le ha sido fácil la fidelidad a su Maestro y al Evangelio, pero reconoce que ha tenido abundante fuerza recibida por Dios, lo que le permitió continuar su misión apostólica.
Sobre esta piedra edificaré mi Iglesia
Conocido diálogo entre los discípulos y Jesús acerca de la identidad de éste, que se remata con la profesión de Pedro. Porque no contenta a Jesús la respuesta del variado profetismo que dice la gente, reitera la pregunta. Pedro, en nombre del grupo, declara la condición mesiánica del Maestro: tú eres el Mesías, el Hijo de Dios. A renglón seguido, Jesús alaba a Pedro y le hace una importante promesa. Usando el signo de las llaves, y la acción de atar y desatar le hace ver el rol de alta responsabilidad y excelso servicio en pro del Reino de los cielos. Pedro, y sus compañeros, serán habilitados por el Espíritu para discernir, juzgar, perdonar, compadecer y hacer llegar a todos el amor de Dios tal como ha sido declarado, y vivido, por Cristo Jesús.
Nuestros padres en la fe, Pedro y Pablo, acreditaron el seguimiento del Maestro con su vida entregada. Su martirio fue un aval más del servicio fiel a aquel cuyas heridas nos han curado, y en quien todo es posible porque sólo él sabe confortarnos.  
Pedro y Pablo, tan distintos y tan necesarios para la comunidad de los seguidores de Jesús ¿Nos sigue motivando su fidelidad al Maestro desde plurales posturas?

Fr. Jesús Duque O.P.
Convento de Santo Domingo de Scala-Coeli (Córdoba)
https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/29-6-2018/

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