Mons. Reinaldo Nann

miércoles, 9 de mayo de 2018

Evangelio del día, 09-05-2018 (Sexta Semana de Pascua)

Lectura del santo evangelio según san Juan 16,12-15
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: - «Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues lo que hable no será suyo: hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir. Él me glorificará, porque recibirá de mí lo que os irá comunicando. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que toma de lo mío y os lo anunciará.»

Reflexión del Evangelio de hoy
Él no está lejos de nosotros
Pablo logra que los atenienses se rían y se alejen de su predicación. Pablo parece haber olvidado que Dios, y el mensaje de Jesús en consecuencia, son simples, sencillos, no necesitan retóricas rebuscadas, sino un mensaje sincero: una confesión de fe personal. En el pueblo de los grandes filósofos, un predicador que intenta ocupar el pedestal del dios desconocido en medio del Areópago con una larga prédica, corre el riesgo de fracasar y esto le pasa a Pablo. No ha entendido que no puedes hablar de volver de entre los muertos a los que aún no han oído hablar del amor de Dios a sus criaturas.
El Dios mostrado por Jesús no suele estar en las masas que escuchan un mensaje para salir corriendo a escuchar otro, puede que contradictorio con el primero, y enseguida olvidar los dos. No. El Dios de Jesús hay que predicarlo y encontrarlo en lo íntimo, en la escucha personal, en una vida acorde con lo predicado. Y, cuando hayas encontrado a Dios en el corazón, ya podrás escuchar unido y mezclado en una multitud, porque la palabra que lo anuncia estará afinada con la música que suena en tu interior y comprenderás, porque Él no está lejos de ti.
Recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros
No podemos comprender el mensaje completo de Jesús. Es tan simple, tan sencillo, que cuesta aceptarlo como la única verdad. Amor, servicio, compasión son palabras sencillas de decir, pero conceptos difíciles de asumir, que están en la raíz y el corazón del mensaje de Cristo.
Jesús ha estado todos los días de su vida pública hablando a sus discípulos de amor, servicio y compasión, pero cada uno de ellos, y también cada uno de nosotros, entendemos lo que queremos entender, nos fabricamos el contenido de cada uno de los conceptos con mayor o menor aproximación a la verdad, pero sin contenerla.
Será la llegada del Espíritu Santo lo que llenará de contenido todo el mensaje y la vida de los cristianos comenzará a estar completa. Y puede que estemos esperando un nuevo pentecostés, con llamas encendidas sobre nuestras cabezas, abriendo nuestros entendimientos, sin percatarnos que el Espíritu Santo mora ya en nosotros, que solamente es necesario cerrar los ojos para ver la luz verdadera, acallar el ruido del mundo, nuestro propio ruido, que suena dentro de nosotros, para poder escuchar la voz inefable del Espíritu, que lleva dos mil años hablando sin cesar por millones de bocas.
Es necesario que nos paremos, usando un modernismo, que “reseteemos” nuestra mente y reiniciemos nuestra programación libre de adherencias extrañas y plenamente abiertas a escuchar el mensaje que desde el principio de los tiempos el Espíritu de Dios susurra para todos y cada uno de los hombres.

D. Félix García O.P.
Fraternidad de Laicos Dominicos de Viveiro (Lugo)
https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/9-5-2018/

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