Lectura del santo evangelio según san Juan
6, 35-40
En
aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: - «Yo soy el pan de la vida. El que viene
a mí no pasará hambre, y el que cree en mí nunca pasará sed; pero, como os he
dicho, me habéis visto y no creéis. Todo lo que me da el Padre vendrá a mí, y
al que venga a mí no lo echaré afuera, porque he bajado del cielo, no para
hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado. Ésta es la voluntad
del que me ha enviado: que no pierda nada de lo que me dio, sino que lo
resucite en el último día. Esta es la voluntad de mi Padre: 'que todo el que ve
al Hijo y cree en él tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.»
Reflexión del Evangelio de hoy
Los
prófugos iban difundiendo la Buena Noticia
Tras
el martirio de Esteban, se desató en Jerusalén una violenta persecución contra
los cristianos, todos salieron huyendo, menos los apóstoles.
La
persecución, paradójicamente, parece estar encabezada por Saulo, que se
ensañaba con los miembros de la Iglesia de Jerusalén.
Esta
situación, en vez de ser motivo para la desaparición de los creyentes, sirvió
para ir difundiendo la Buena Noticia por allá donde se dispersaban. Felipe, uno
de los doce, bajó a la ciudad de Samaría donde predicaba a Cristo, la gente
escuchaba con gusto la predicación, porque habían oído hablar de los signos que
hacía y, ahora, los veían: curaba enfermos, expulsaba espíritus inmundos, etc.
¡Cuántas
veces en la vida vemos una reacción totalmente contraria a la que se pretendía!
En
este caso, una persecución que buscaba eliminar el crecimiento de la doctrina
de Jesús en Jerusalén y sus aledaños, sirve para que comience a difundirse por
donde pasaban aquellos que huían del acoso desatado contra ellos.
Los
designios del Señor, son inescrutables, nunca podemos saber si una acción mala
pueda servir para una reacción positiva.
Aquí
nos dice que Saulo perseguía con odio a los cristianos y, este mismo celo que
pone en perseguir a los seguidores de Jesús, sería el desencadenante para que
le saliera a su encuentro, y se convirtiera en uno de los apóstoles más activos,
y fuese el motor para la difusión de la verdad revelada, a los gentiles,
contribuyendo a la expansión de la fe por el mundo civilizado de aquella época.
¿Qué
nos enseña esto? Que no debemos dejarnos llevar por el desánimo, cuando vemos
que, cada vez más, la gente hace oídos sordos a las enseñanzas de Jesús.
Debemos ser constantes y consecuentes y, quien sabe, si esto no puede servir
para que nuestro testimonio de vida, sea tan efectivo como la predicación de
Felipe.
Hacer
como nos dice el salmista: “Alegrémonos con Dios que con su poder gobierna
eternamente”
Y Yo
lo resucitaré en el último día
Jesús
se nos muestra en este pasaje que nos narra Juan, como la solución para
aquellos que andan por la vida como ovejas sin pastor, aquellos que crean en
Él, no tendrán hambre ni pasarán sed jamás.
Cristo
nos quiere acoger con los brazos abiertos, pues la voluntad del Padre Celestial
es que no se pierda nadie ni nada de lo que le dio, sino al contrario, que los
acoja y cuide y les permita la vida eterna.
Tenemos
a Jesús en la Eucaristía donde nos ofrece su cuerpo y su sangre, para que no
volvamos a tener sed ni hambre. Acerquémonos libremente a su mesa, con ánimo
limpio, movidos por la fe, dispuestos a orar al Padre para que cuide de
aquellos que tenemos a nuestro alrededor, necesitados de todo, ofreciéndoles
nuestro corazón abierto, con la alegría de sentirnos hijos de Dios.
Acercarnos
a la Eucaristía movidos por el ánimo de perdón, de caridad, reconociendo
nuestras limitaciones, pero con la confianza de que lo que nos ha prometido
Jesús, se cumplirá, pues nos posibilita alcanzar la vida eterna si somos
constantes en su seguimiento y lo facilitamos a los demás.
¿Nos
desesperamos ante las malas rachas y pensamos que van a ser eternas?
¿Confiamos
que, con la ayuda de Dios, las malas situaciones pueden tornarse en positivas?
¿Vemos
en Jesús Eucaristía el camino para la vida eterna?
D. José Vicente
Vila Castellar, OP
Fraternidad Laical Dominicana Torrent (Valencia)
Fraternidad Laical Dominicana Torrent (Valencia)
https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/18-4-2018/
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