Mons. Reinaldo Nann

martes, 5 de diciembre de 2017

Evangelio del día (05-12-2017)

Lectura del santo evangelio según san Lucas 10, 21-24
En aquel tiempo, lleno de la alegría del Espíritu Santo, exclamó Jesús:
- "Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y las has revelado a la gente sencilla.
Sí, Padre, porque así te ha parecido bien.
Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo, sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiere revelar." Y volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: "¡Dichosos los ojos que ven lo que vosotros veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que veis vosotros, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron"
Reflexión del Evangelio de hoy
La justicia ceñidor de sus lomos

Las aspiraciones y esperanzas del pueblo de Israel, se centran en la era mesiánica, donde se busca la paz universal asentada en la justicia y sueña con que la conflictiva creación encuentre la armonía. El profeta encarna la esperanza en Dios, en la espera del rey ideal que establezca un orden justo.
Isaías, por ello, nos dice que reverdecerá o brotará un renuevo del tronco de Jesé, que defenderá con justicia al desamparado, con equidad dará sentencia al pobre. Será la justicia ceñidor de sus lomos y la fidelidad ceñidor de su cintura. Habitará el lobo con el cordero.
Todo en busca de una justa armonía.
Cuando la realidad nos habla de la precariedad que provocan las guerras, un mundo de desplazados y rechazados se presenta como escenario de la sinrazón, unos por los desequilibrios que provocan, otros por los rechazos que procura; y en ambos lados los pobres tocando a nuestras puertas, en forma de pateras, muerte y sin sentidos.
Hace falta la voz de un mesías para este tiempo desesperanzado, una mirada hacia la armonía que la justicia de Dios procura, donde el Señor tienda su mano para rescatar a su pueblo, aquellos que quedan a un lado del mar y del otro.
Revelado a la gente sencilla
El Evangelio de Lucas nos habla de la mirada de Dios. Una oración sencilla donde la mirada de Dios está en los sencillos; no se dirige a los poderosos que no quieren saber de Dios, los poderosos complican la historia con sus intereses malintencionados. Una mirada reveladora de aquellos que se le acercan y quieren conocerlo.
La revelación de Dios en Jesús, se muestra en los pobres, en los que no tienen nada que perder, en aquellos que no tienen nada donde aferrarse, la propuesta de Dios es decirles que él es su todo, su fuerza, su esperanza.
En este tiempo de Adviento, podemos alzar nuestro clamor al Padre, a semejanza de Jesús, para que nuestra oración sea elevada en su presencia, y escuche el clamor de los pobres y necesitados.

Fr. Alexis González de León O.P.
Convento de San Pablo y San Gregorio (Valladolid)

https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/

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