Mons. Reinaldo Nann

sábado, 15 de abril de 2017

Vía Crucis Arquidiocesano, por los fallecidos y damnificados [Trujillo]


Con una fe inquebrantable y meditando cada una de las 14 estaciones, miles de fieles de la Arquidiócesis de Trujillo, acompañaron el solemne Vía Crucis Arquidiocesano con la venerada imagen del Señor de los Milagros, por el perímetro de la Plaza de Armas de la ciudad.

Dirigiendo su mirada al Cristo Crucificado, el Arzobispo de Trujillo, Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte OFM., inició este recorrido penitencial, elevando una plegaria al Señor por todos los fallecidos que han dejado los desastres naturales, así como por los damnificados y afectados en todo el país. Igualmente, pidió al Señor que fortalezca, ilumine, despierte la sabiduría y la sensibilidad, para seguir trabajando y ayudando. “Todos tenemos una obligación, la de reconstruir nuestras ciudades, ya que no solamente es Trujillo, sino varias del norte del Perú”, dijo.


Junto a las demás autoridades, sacerdotes, religiosos, religiosas, seminaristas y fieles, el Arzobispo encabezó la vía dolorosa del Señor de los Milagros, rodeado por un centenar de sahumadoras y cuadrillas del Cristo Moreno. Con cánticos penitenciales y oraciones hacia el Señor, se contempló cada una de las 14 estaciones, representadas en altares, que las diversas instituciones públicas y privadas, prepararon para el paso del Señor.

La Cuarta estación se constituyó en el momento más intenso y maternal con el encuentro entre la Virgen María en la imagen de Nuestra Señora de Dolores deMoche y su Hijo, Jesucristo.

Como es sabido para este Vía Crucis Arquidiocesano se acogió las palabras del Papa Francisco: “Que nuestro Señor, inspire en todos, sentimientos de solidaridad para superar las adversidades”, dado que es un momento difícil por el que atraviesa nuestro país, a causa de las fuertes lluvias.

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