Mons. Reinaldo Nann

lunes, 13 de junio de 2016

Aniversario de la batalla de Arica y el día de la bandera [Mons. Juan Carlos Vera]


El martes 7 de junio se llevó a cabo en la capital peruana la ceremonia por el CXXXVI Aniversario de la Batalla de Arica y renovación del Juramento de Fidelidad a la Bandera. La ceremonia contó con la presencia de altas autoridades políticas y castrenses del país.

En su homilía, Monseñor Juan Carlos Vera Plasencia MSC., Obispo Castrense del Perú, dijo que cada 7 de junio celebramos con orgullo el Día de nuestra Bandera del Perú, unido al heroísmo de valientes patriotas que ofrendaron su vida en aquella Batalla de Arica. “Un acto de sacrificio y entrega que cobra sentido en cuanto fue hecho por amor a la Patria, y para que todos los peruanos podamos vivir en paz y unidad”.

Como no recordar hoy aquella respuesta de Francisco Bolognesi a Comando Chileno: “Tengo deberes sagrados que cumplir y los cumpliré hasta quemar el último cartucho”. Era una respuesta personal, pero que tuvo eco en los demás oficiales a su mando. Y es noble ejemplo para todos los peruanos de hoy”, resaltó.


El Obispo Castrense dijo que en el evangelio del día, (Mt. 5, 13-16), se encuentra la exhortación de Jesús de "ser sal de la tierra y luz del mundo”. “Ser sal implica dar sabor y valor a la humanidad con el ejemplo, el patriotismo, el testimonio del evangelio, etc. Y ser luz indica la necesidad de que las obras y el testimonio sean visibles por los demás hombres”, señaló.

Finalmente, Monseñor Juan Carlos Vera, hizo un llamado a todos los peruanos, que a ejemplo de Bolognesi y nuestros héroes, estamos llamados a una responsabilidad social por el Perú entero. “Es la responsabilidad de forjar un país en la paz, en la armonía, en la unidad, la reconciliación y el respeto por la dignidad humana. Solo así podremos decir que llevamos en alto nuestra Bandera Nacional, “tal la llevaron con gloria y honor, héroes peruanos de invencible ardor”. Que Dios, el Señor de los Ejércitos, bendiga al Perú, en cuya enseña roja y blanca nos unimos; y lo conserve siempre libre y soberano”, concluyó.

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