Mons. Reinaldo Nann

lunes, 16 de mayo de 2016

En la oración de Jesús palpamos el interés de Dios por el hombre

Hoy volvemos a considerar la oración de Jesús relacionada con su prodigiosa acción sanadora. En los Evangelios aparecen varias situaciones en las que Jesús ora ante la obra benéfica y sanadora de Dios Padre, que actúa a través de Él.

Se trata de una oración que, una vez más, manifiesta la relación única de conocimiento y de comunión con el Padre, mientras Jesús participa con gran cercanía humana en el sufrimiento de sus amigos o de tantos pobres y enfermos a los que Él quiere ayudar concretamente. Con su oración, Jesús quiere llevarnos a la fe, a la confianza total en Dios y en su voluntad, y mostrarnos que este Dios que ha amado al hombre —hasta el punto de enviar a su Hijo Unigénito— es el Dios de la Vida, el Dios que trae esperanza y es capaz de cambiar las situaciones humanamente imposibles.

—Mi oración confiada como creyente será un testimonio vivo de la presencia de Dios en el mundo y de su interés por el hombre.

Comentario: REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) (Città del Vaticano, Vaticano).

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