Mons. Reinaldo Nann

jueves, 31 de marzo de 2016

La Tradición

Hoy estamos —de nuevo— en el cenáculo, donde Jesús había instituido la Eucaristía durante la Pascua. Ahí mismo —escondidos por miedo a los judíos— se reúnen los Apóstoles y se les aparece Jesucristo resucitado. Les desea la paz, les muestra su Cuerpo y les recuerda que las Escrituras anticipaban proféticamente aquellos hechos. Y lo más importante: los hace testigos de estos acontecimientos.

Después de la Ascensión, los Apóstoles predicaron lo que habían visto de primera mano. Ellos entregaron a las siguientes generaciones este testimonio. Lo hicieron oralmente, es decir, de viva voz: eso es la Tradición. Más tarde, estas enseñanzas fueron puestas por escrito, formando el Nuevo Testamento. Tradición y Sagrada Escritura forman el caudal de un único "río" (la Revelación) que durante siglos no ha parado de fluir e influir en el corazón de muchos hombres.

—Espíritu Santo, ilumíname para conocer y entender el tesoro de la Revelación con el que la Iglesia me guía y protege mi conciencia.

Comentario: Rev. D. Antoni CAROL i Hostench (Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España).

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