Mons. Reinaldo Nann

jueves, 10 de marzo de 2016

El cuarto Evangelio se basa en el Antiguo Testamento

Hoy, en la autodefensa de Jesús ante los judíos, aparece una de las singularidades del cuarto Evangelio: Juan se basa totalmente en el Antiguo Testamento. "[Moisés] escribió de mí" (Jn 5,46), dice Jesús a sus adversarios; Felipe dice a Natanael: "Aquel de quien escribieron Moisés en el libro de la Ley y los Profetas lo hemos encontrado" (Jn 1,45).

La relación entre Jesús y Moisés aparece de un modo programático particularmente al final del Prólogo: "La Ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por Cristo Jesús" (Jn 1,16-18). La profecía —la gran promesa— de Moisés ("Dios suscitará un profeta como yo; a él lo escucharéis") se ha cumplido con creces, en la manera desbordante en que Dios acostumbra a regalar.

—Quien ha venido es más que Moisés, es más que un profeta. Es el Hijo, y ahora es el propio Hijo quien será "levantado". Y por eso se manifiestan la gracia y la verdad, no como destrucción, sino como cumplimiento de la Ley.

Comentario: REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) (Città del Vaticano, Vaticano).

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