Hoy es importante lo que dice Lucas sobre cómo Jesús
crecía no sólo en edad sino también en sabiduría. Con la respuesta del niño a
sus doce años ha quedado claro, por un lado, que Él conoce al Padre —Dios—
desde dentro: como Hijo, Él vive en un "tú a tú" con el Padre. Está
en su presencia. Lo ve. Juan dice que Él es el unigénito, "que está en el
seno del Padre", y por eso lo puede revelar.
Pero, por otro lado, también es cierto que su sabiduría
crece. En cuanto hombre, no vive en una abstracta omnisciencia, sino que está
arraigado en una historia concreta, en un lugar y en un tiempo, en las
diferentes fases de la vida humana. Así se demuestra aquí de manera muy clara
que Él ha pensado y aprendido de un modo humano.
—Aun permaneciendo el misterio, en esta narración se
manifiesta concretamente que Jesucristo es verdadero hombre y verdadero Dios,
tal como lo formula la fe de la Iglesia.
Comentario: REDACCIÓN evangeli.net
(elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) (Città del Vaticano, Vaticano).
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