Mons. Reinaldo Nann

jueves, 6 de agosto de 2015

En el "monte" de la Transfiguración

Monte Tabor
Hoy vemos al Señor tomando consigo a los tres predilectos, y llevárselos a un monte alto. Volveremos a encontrarlos juntos en otro monte —el de los Olivos— en la extrema angustia del Señor, como imagen que contrasta con la transfiguración, aunque ambas están inseparablemente relacionadas entre sí: la divinidad de Jesús va unida a la cruz; sólo en esa interrelación reconocemos a Jesucristo correctamente.

La escena, además de los diversos "montes" de la vida de Cristo (Calvario, Ascensión…), nos recuerda a los montes de la revelación del Antiguo Testamento (Sinaí, Horeb, Moria): son al mismo tiempo montes de "pasión" y de "revelación". Moisés y Elías recibieron en el monte la revelación de Dios: ahora están en coloquio con Aquel que es la Revelación (y la Ley) en persona. Ambos fueron, con sus sufrimientos, figuras de la pasión: ahora hablan de la inminente Pasión del Transfigurado.

—Jesús, mientras bajamos del monte, nos hablas de tu "resurrección de entre los muertos": nuestra esperanza pasará por el monte Calvario.

Comentario: REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) (Città del Vaticano, Vaticano).

No hay comentarios:

Publicar un comentario