Mons. Reinaldo Nann

martes, 7 de julio de 2015

¿Todavía existe el demonio?

Hoy hasta causa extrañeza oír hablar del "demonio". ¿Todavía existe? ¡El demonio existió y no dejará de existir! ¿Quiénes son los demonios? ¿De dónde han salido? No son fuerzas anónimas, sino un "alguien": personas que, habiendo sido creadas por Dios para el bien, se han "condenado" eternamente por usar perversamente su libertad.

Estar "condenado" es un eterno y lamentable estado personal en el que el alma no halla gusto en nada, no quiere nada ni a nadie, ni tampoco admite ser querido. Es una auto-expulsión de la capacidad de amar, es el vacío absoluto, en el que la persona vive en contradicción consigo misma y cuya existencia constituye realmente un fracaso. Siendo Dios el Bien, ¿puede Él aceptar esto? Hemos de entenderlo desde la perspectiva divina: su infinita bondad respeta la libertad del condenado, permitiendo que siga existiendo tal como ha elegido existir.

—Señor, Rey soberano, no quiero más libertad que la de servirte; mi único temor es el de contristarte y perderte eternamente.

Comentario: REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) (Città del Vaticano, Vaticano).

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