Mons. Reinaldo Nann

miércoles, 29 de julio de 2015

¡Que Dios bendiga al Perú!

Nuestras Fiestas Patrias han sido una valiosa ocasión para reflexionar sobre la realidad y el destino del Perú. Así nos recordaban nuestros Obispos del Perú; “Hoy los nuevos retos son numerosos. Las nuevas formas de pensamiento, el desarrollo tecnológico, la seguridad ciudadana, la conciencia ecológica nos invitan a abrir nuestra mente y nuestro corazón para asumir estas nuevas realidades, teniendo como centro y fin la persona humana, que debe ser protegida, respetada, valorada y promovida por la sociedad”.


Nos recordaba el Señor Cardenal Juan Luis Cipriani: “El alma de nuestra patria nos reclama a todos una mayor responsabilidad para recuperar los valores que hicieron grande nuestra historia. No vivamos de nostalgia y sueños inútiles. Nuestra iglesia goza, no obstante, de las debilidades y miserias humanas de una confianza y credibilidad, tal vez por aquellas palabras de Benedicto XVI que afirmaba que “la iglesia es morada de pueblos hermanos y casa de los pobres.”

Así lo enfatizaba Mons. Javier del Río: “La fe cristiana que compartimos la casi totalidad de los peruanos, nos debe llevar a participar en la tarea de evitar que el Perú se convierta en una colonia del imperialismo ideológico y económico que está haciendo tanto daño en otras partes del mundo”.

Buscamos un Perú con paz, como nos decía Mons. Pedro Barreto: “Sí puede haber paz cuando se respeta la dignidad de la persona humana, se promueve la calidad de vida de las familias y se trabaja para la inclusión social de los pobres... No puede haber paz si no escuchamos el grito de los pobres y de los que sufren reclamando justicia y solidaridad. No habrá paz si no nos ponemos al servicio de los pobres”.

Para construir un Perú fuerte, nos recuerda Mons. Miguel Cabrejos: “Necesitamos… construir una paz, es decir el progreso, basado en la honestidad en el ejercicio de la función pública. Montale, en uno de sus versos decía: “suceden hechos dignos de historia, pero indignos de memoria”. Una sociedad que construye la paz necesita hechos dignos de memoria, no solo hechos de historia”.

El Perú ha sido tejido en la fe cristiana. ¡Que Dios bendiga al Perú!

R. P. Guillermo Inca Pereda

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