Hoy comenzamos a contemplar a Jesús como el
"Maestro", cuyas enseñanzas —en gran parte— han sido agrupadas por
Mateo en el llamado "Sermón de la Montaña". Previamente, el
evangelista ha narrado las tentaciones de Jesús y la primera actuación en su
vida pública (la proclamación del Reino y la llamada de los primeros
Apóstoles).
Destacamos dos singularidades del Evangelio de Mateo.
Primero: habla expresamente de «la Galilea de los paganos» como el lugar
anunciado por los profetas (cf. Is 8,23; 9,1) en el que aparecerá una «gran
luz». Mateo responde así a la sorpresa de que el Salvador no viniera de
Jerusalén y Judea, sino de una región que ya se consideraba medio pagana,
Galilea: precisamente esto es, en realidad, una prueba de su misión divina.
Segundo: desde el principio, Mateo recurre al Antiguo Testamento para conocer
hasta los detalles aparentemente más insignificantes en favor de Jesús: todas
las Escrituras se referían a Él.
—Mateo muestra que el Jesús que enseña es a la vez el
Jesús que salva.
Comentario: EDACCIÓN evangeli.net (elaborado
a partir de textos de Benedicto XVI) (Città del Vaticano, Vaticano).
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