Mons. Reinaldo Nann

domingo, 17 de mayo de 2015

La Ascensión de Cristo: el ser humano entra de un modo nuevo en la intimidad de Dios

Hoy Jesús se despide de los Apóstoles. Inmediatamente después, "fue elevado" en presencia de ellos, y una nube le ocultó a sus ojos. Es el misterio de la Ascensión. El uso del verbo "elevar" tiene su origen en el Antiguo Testamento, y se refiere a la toma de posesión de la realeza: la Ascensión de Cristo significa, en primer lugar, la toma de posesión del Hijo del hombre crucificado y resucitado de la realeza de Dios sobre el mundo.

Pero hay un sentido más profundo, que no se percibe en un primer momento. La presencia de la nube que "lo ocultó a sus ojos" (Hch 1,9) hace referencia a una antiquísima imagen de la teología del Antiguo Testamento (desde la nube del Sinaí…, hasta la nube luminosa sobre el monte de la Transfiguración): evoca, en definitiva, el "sentarse a la derecha de Dios".

—En el Cristo elevado al cielo el ser humano ha entrado de modo inaudito y nuevo en la intimidad de Dios; el hombre encuentra, ya para siempre, espacio en Dios.

Comentario: REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) (Città del Vaticano, Vaticano).

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