Mons. Reinaldo Nann

martes, 14 de abril de 2015

El "mandamiento nuevo": "don" y "tarea"

Hoy, la mención del "nuevo nacimiento" describe la nueva condición del hombre después del Bautismo: su humanidad es transformada en un ser según el Espíritu de Dios. Cristo —siendo "levantado" en la Cruz— se nos entrega ("don") y, precisamente porque este don nos renueva desde dentro, se convierte también en una nueva existencia.

La inserción de nuestro yo en el suyo —"Vivo yo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en mí" (Gal 2,20)— es lo que verdaderamente cuenta. El "mandamiento nuevo" está unido a la novedad de Jesucristo, al sumergirnos progresivamente en Él. "La nueva ley es la misma gracia del Espíritu Santo" (Santo Tomás de Aquino), no una norma nueva, sino la nueva interioridad dada por el mismo Espíritu de Dios. San Agustín sintetiza la verdadera novedad en el cristianismo mediante la fórmula: "Dame lo que mandas y manda lo que quieras".

—Ser cristiano es ante todo un don, que luego se desarrolla en la dinámica del vivir y poner en práctica este don ("tarea").

Comentario: REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) (Città del Vaticano, Vaticano).

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