Mons. Reinaldo Nann

lunes, 13 de abril de 2015

El Jubileo [Apuntes]


Inscripciones en el pórtico de la Archibasílica de San Juan de Letrán que conmemoran la apertura y cierre de la Puerta Santa por parte de los papas Pío XII (jubileo de 1950), Beato Pablo VI (jubileo de 1975) y san Juan Pablo II («Jubileo de la Redención» del año 1983, y el «Gran Jubileo» del año 2000).

El Jubileo o Año Santo es una celebración que tiene lugar en distintas Iglesias cristianas históricas, particularmente la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa, y que conmemora un año sabático con significados particulares. Tiene sus orígenes en el judaísmo, en tanto que en el cristianismo encuentra su primera expresión al inicio del ministerio público de Jesús de Nazaret, con el anuncio del cumplimiento del año de gracia del Señor, tal como lo expresaba el Libro de Isaías (Isaías 61:1-2).


El término «jubileo» tiene dos raíces, una hebrea y otra latina. La palabra hebrea que aparece en la Biblia es yobel, que hace referencia al cuerno del cordero utilizado como instrumento sonoro que servía para anunciar un año excepcional dedicado a Dios. Ese año se denominaba yobel, es decir, jubileo, pues se iniciaba con el sonido del yobel o cuerno. Pero existe también una palabra latina, iubilum (derivada del verbo iubilare), que refería los gritos de alegría de los pastores y que terminó por significar alegría, gozo o alabanza. Cuando san Jerónimo de Estridón tradujo la Biblia del hebreo al latín entre los años 391 y 406, tradujo el término hebreo yobel por el término latino iubilaeus, con lo que quedó incorporado el matiz de alegría al significado original que tenía la palabra en el antiguo Israel, como año excepcional de remisión.


Fuente: Imagen (Jastrow) y textos Wikipedia.

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