20-05-2014
Todo el mundo sabe que a Francisco le gusta y mucho el fútbol: en lo que lleva de Papa le han regalado desde camisetas firmadas hasta balones. Otro aspecto del Papa, mucho más social, son sus continuas denuncias contra la trata de personas.
Ahora, un grupo de religiosas se hace eco de estas dos facetas y lanza una campaña contra la trata de personas. Su escenario será el próximo Mundial de Brasil, en junio. Se llama: "Jugar por la vida”.
Carmen Sammut
"Si no se llama la atención sobre este tema, el Mundial puede convertirse en una gran vergüenza en vez de un momento de fiesta”.
La idea viene de las religiosas que forman parte de "Talitha Kum”, una red internacional de religiosas que ayudan a las víctimas de la trata, y que luchan por prevenirla. Explican que no es tan difícil ser una víctima: a veces basta la promesa falsa de un futuro mejor.
Gabriella Bottani
"Les engañan ofreciéndoles lo que parece el trabajo de sus sueños en otra ciudad o en otro país y se marchan voluntariamente. Pero entonces las fuerzan a ejercer la prostitución. El hecho de que elijan irse voluntariamente hace el negocio mucho más lucrativo y sencillo para los criminales”.
Los detalles de la campaña se están ultimando en Brasil. Incluye anuncios en el transporte público, charlas en colegios y puntos de información en aeropuertos y otras zonas de riesgo.
"Talitha Kum” asegura que la trata de personas va más allá de la explotación sexual. También significa tráfico de órganos y explotación laboral. Añaden que los niños son especialmente vulnerables.
Gabriella Bottani
"Hay muchas formas de "traficar”. Una de ellas es adoptar a un niño que un día desaparece sin dejar rastro. Hay otros que son secuestrados para obligarles a mendigar en la calle después”.
Alrededor de 21 millones de personas en todo el mundo son tratadas como mercancía. Algunos expertos afirman que esta "industria” comienza a ser más lucrativa que la de las drogas.
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