Mons. Reinaldo Nann

jueves, 17 de abril de 2014

Los tres acontecimientos que hacen al Jueves Santo


El Mons. Pastor Cuquejo, Arzobispo de Asunción explicó la importancia de las celebraciones de este Jueves Santo. Son tres los acontecimientos más importantes del día. A continuación, la reflexión completa del Arzobispo:

“El jueves Santo está compuesto de tres grandes acontecimientos. La misa Crismal, la institución del sacerdocio y la eucaristía, momento en el que Jesús lavó los pies a sus discípulos.

Hemos de entender que la bendición de los óleos tiene una vital importancia porque con los óleos del crisma, el santo óleo y el óleo para la unción de los enfermos, se santifican las cosas y las personas, que reciben la unción con uno de estos óleos.

Con la unción de los óleos Dios toma posesión de su criatura, sea esta como la mesa del altar, el templo parroquial o las personas en el bautismo, la confirmación, el orden sagrado, y para todos, la unción de los enfermos.


Con la unción del bálsamo Dios toma posesión de su creatura y la consagra para capacitarla para una misión en la vida, como sucediera con los reyes, los apóstoles y los sucesores de éstos. La misión es siempre de salvación porque con ello Dios manifiesta su inmenso amor hacia las personas y hacia lo creado que  lo santifica.

La eucaristía que se celebra en la misa de la bendición de los santos óleos, rememora la participación de la persona del presbítero y del obispo en toda celebración eucarística. El pan y el vino, son ungidos con el Espíritu Santo, con la imposición de manos del obispo para luego ser consagrados y convertirse en el cuerpo y la sangre de Jesús.

La celebración de la eucaristía es una obra exclusiva del sacerdote, quien fue ungido para realizar esta acción de salvación. Así el obispo y el sacerdote, le pertenecen totalmente a Dios, y en su nombre ejerce aquellos ministerios para los cuales fueron ordenados.

La tercera celebración es una celebración muy antigua que data de los tiempos de Jesús, es la misa de la cena del Señor, en esta celebración, se recuerda cuando Jesús lavo los pies a los discípulos, en señal de humildad y mansedumbre, encomendándoles a ellos a hacer lo mismo, imitando al maestro.

Las características principales de esta eucaristía, es que en ella Jesús ora por sus discípulos y por la gente que creerá en él a través de los  tiempos. A sus discípulos los llama amigos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor y con Jesús, todos son amigos. Posteriormente está el gran mandamiento del amor, que significa amarse unos a otros, como Él los ha amado.

La intención de Jesús es que todos sean uno, como Él y el Padre son uno, es un llamado a la unidad de la Iglesia, entre todos los hombres del mundo. Se cierra este momento con la despedida de Jesús, manifestando que es necesario que El vuelva al Padre, para enviarles el Espíritu Santo, y así comienza el triduo santo que se desarrollará hasta el domingo de pascua. Acompañemos estos días con la esperanza puesta en Cristo, pidiendo para que el Señor aumente en nosotros la fe, que se cultiva con las obras”.

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