Mons. Reinaldo Nann

jueves, 13 de febrero de 2014

Papa Francisco en Santa Marta: los cristianos pueden perder la fe por “la pasión y la vanidad”



13-02-2014

En su homilía en Casa Santa Marta, el Papa se centró en la Palabra de Dios que conduce a la salvación. El Papa habló sobre cómo Jesús curó a la hija de una mujer pagana porque no se avergonzó de creer en Él.

Francisco
"Acoged con docilidad la Palabra, con docilidad. La Palabra que ha sido plantada en vosotros puede llevaros a la salvación. Hagamos el camino de esa mujer cananea, esa mujer pagana que acogió la Palabra de Dios que está plantada en nosotros y que nos llevará a la salvación. Que la Palabra de Dios, potente, nos custodie en este camino y que no permita que acabemos en la corrupción que lleva a la idolatría”.

El Papa advirtió que algunos, como Salomón, corren el riesgo de perder su fe por "la pasión y la vanidad”. Dijo también que saber el Credo no es suficiente si falta la fe.

Extracto de la Homilía del Papa
(Fuente: Radio Vaticana)


"Se expuso con el riesgo de hacer un papelón, pero insistió, y pasando del paganismo y de la idolatría encontró la salud para su hija y encontró para ella al Dios viviente. He aquí el camino de una persona de buena voluntad, que busca a Dios y lo encuentra. El Señor la bendice. ¡Cuánta gente hace este camino y el Señor la espera! Pero es el mismo Espíritu Santo que los lleva adelante para realizar este camino. Cada día en la Iglesia del Señor hay personas que realizan este camino, silenciosamente, para encontrar al Señor, porque se dejan llevar adelante por el Espíritu Santo”.

"Su corazón se debilitó, se debilitó y así perdió la fe. Perdió la fe. El hombre más sabio del mundo se dejó llevar por un amor indiscreto, sin discreción; se dejó llevar por sus pasiones. ‘Pero padre, ¡Salomón no perdió la fe, él creía en Dios y era capaz de recitar la Biblia!’. Sí, es verdad, pero tener fe no significa ser capaces de recitar el Credo. Tú puedes recitar el Credo y haber perdido la fe”.

"Salomón era pecador, como su padre David. Pero luego continuó y de pecador se convirtió en corrupto. Su corazón era corrupto, por esta idolatría. Su padre era pecador, pero el Señor le había perdonado todos los pecados, porque él era humilde y pedía perdón”.

"La semilla maligna de sus pasiones creció en el corazón de Salomón y lo condujo a la idolatría. Y hemos escuchado, después de la primera Lectura, en el Aleluya, este hermoso consejo: ‘Acojan con docilidad la Palabra’ -con docilidad– ‘la Palabra que ha sido plantada en ustedes puede llevarlos a la salvación’. Recorramos el camino de aquella mujer cananea, de aquella mujer pagana, acogiendo la Palabra de Dios, que ha sido plantada en nosotros y que nos llevará a la salvación. Que la Palabra de Dios, poderosa, nos custodie en este camino y no permita que terminemos en la corrupción y ésta nos lleve a la idolatría”.

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