Mons. Reinaldo Nann

martes, 17 de diciembre de 2013

Francisco, en Santa Marta: 'Señor, libra a tu pueblo del espíritu del clericalismo'



16-12-2013

El Papa Francisco ha dicho que los cristianos deben saber dialogar con Dios para no reducir la fe a un conjunto de normas que cumplir, o sea, al clericalismo. Por eso pidió que no falten profetas en la Iglesia.

Francisco
"Que nuestra oración, en estos días en los que nos preparamos para el nacimiento del Señor sea: 'Señor, ¡que no falten profetas en tu pueblo!'. Todos nosotros, bautizados, somos profetas. 'Señor, ¡que no nos olvidemos de tu promesa!' ¡Que no nos cansemos de ir hacia adelante! ¡Que no nos cerremos en la legalidad que cierra las puertas! Señor, ¡libera a tu pueblo del espíritu del clericalismo y ayúdale con el espíritu de profecía!”.

Francisco explicó que el don de la profecía consiste en encontrar las claves para afrontar el presente y mejorar el futuro. El profeta, dijo, ayuda a su pueblo a levantarse y a continuar caminando sin desfallecer.

Extracto de la Homilía del Papa
Fuente: Radio Vaticana


"El pasado: el profeta es consciente de la promesa y tiene en su corazón la promesa de Dios, la tiene viva, la recuerda, la repite. Luego mira el presente, mira a su pueblo y siente la fuerza del Espíritu para decirle una palabra que lo ayude a alzarse, a continuar el camino hacia el futuro. El profeta es un hombre de tres tiempos: promesa del pasado; contemplación del presente; coraje para indicar el camino hacia el futuro. Y el Señor siempre ha custodiado a su pueblo, con los profetas, en los momentos difíciles, en los momentos en los cuales el Pueblo estaba desalentado o destruido, cuando no había Templo, cuando Jerusalén estaba bajo el poder de los enemigos, cuando el pueblo se preguntaba dentro de sí: ‘¡Pero Señor tú nos has prometido esto! Y ahora ¿qué pasa?’”.

"Cuando en el pueblo de Dios no hay profecía, el vacío que esto deja es ocupado por el clericalismo: es precisamente este clericalismo que interpela a Jesús: ‘¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿Con qué legalidad?’. Y la memoria de la promesa y la esperanza de ir adelante se reducen sólo al presente: en el pasado, ni futuro de esperanza. El presente es legal: si es legal vas adelante”.

"Que nuestra oración en estos días, en los que nos preparamos a la Navidad del Señor, sea: ‘¡Señor, que en tu pueblo no falten los profetas!’. Todos nosotros bautizados somos profetas. ‘Señor, que no olvidemos tu promesa! ¡Que no nos cansemos de ir adelante! ¡Que no nos cerremos en las legalidades que cierran las puertas! Señor, libra a tu pueblo del espíritu del clericalismo y ayúdalo con el espíritu de profecía’”.

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