Mons. Reinaldo Nann

viernes, 13 de diciembre de 2013

Francisco: Como cualquier padre, Dios desciende para hablar con sus hijos



12-12-2013

A dos semanas de Nochebuena, Francisco ha vuelto a hablar de la ternura de Dios en su homilía en Casa Santa Marta. El Papa comparó a Dios con unos padres que se ponen al mismo nivel de un hijo pequeño para hablarle y cuidarle.

Francisco
"Es así: si papá y mamá hablaran como siempre, el niño les entendería igual, pero ellos quieren usar la forma de hablar del niño. Se acercan, se hacen niños. Y así es el Señor”.

Francisco concluyó que los cristianos deben esforzarse por escuchar esta ternura de Dios, y también dijo cómo conseguirlo en Navidades: guardando silencio.

Extracto de la Homilía del Papa
Fuente: Radio Vaticana


"Cuando un niño tiene una pesadilla, se despierta, llorando... el papá va y le dice no tengas miedo, no tengas miedo, Yo estoy aquí, aquí. Así habla el Señor. ‘No tengas miedo, gusano de Jacob, larva de Israel'. El Señor tiene esta forma de hablar: se acerca ... Cuando miramos a un padre o a una madre que habla con su hijo, vemos que éstos se vuelven pequeños y hablan con la voz de un niño y hacen gestos de niños. Alguien que los ve desde el exterior puede pensar, ¡pero estos son ridículos! Se empequeñecen, allí mismo, ¿no? Porque el amor de la mamá y del papá tiene que acercarse, uso esta palabra: empequeñecerse precisamente para alcanzar el mundo del niño. Sí: si mamá y papá le hablan normalmente, el niño igualmente entenderá, pero ellos quieren adoptar la forma de hablar del niño. Se acercan, se hacen niños. Así también es el Señor”.

"Y entonces, el papá y la mamá también dicen cosas un poco ridículas al niño: '¡Mi amor, mi juguete ...' , y todas esas cosas. El Señor dice: 'Gusanito de Jacob', ' eres como un gusano para mí, una cosita pequeña, pero te quiero mucho'. Este es el lenguaje de Dios, el lenguaje del amor de padre, de madre. ¿Palabra del Señor? Si, escuchemos lo que nos dice. Pero también veamos cómo lo dice: y nosotros debemos hacer aquello que hace el Señor, hacer aquello que dice y hacerlo como lo dice: con amor, con ternura, con esa condescendencia hacia los hermanos”.

"Esta es la música del lenguaje del Señor, y nosotros en preparación hacia la Navidad debemos escucharla: nos hará bien escucharla, nos hará tanto bien. Normalmente, la Navidad parece una fiesta de mucho barullo: nos hará bien guardar un poco de silencio y escuchar estas palabras de amor, palabras de tanta cercanía, estas palabras de ternura...’ ¡Eres un gusano, pero te amo tanto!’. Por esto. Y guardar silencio, en este momento en el que, como dice el prefacio, estamos en espera, vigilantes”.

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