4 de octubre, 2013 (romereports.com) En la Catedral de San Rufino, en Asís, sacerdotes y laicos involucrados en la pastoral de la diócesis recibieron al Papa a ritmo de música. Esta es la iglesia en la que San Francisco recibió el bautismo.
Papa Francisco
“¿Quién de vosotros sabe la fecha de su bautismo? Muy pocos. Ya tenéis deberes para casa”.
El Papa explicó la importancia de este sacramento en un discurso muy animado. Dijo que la fecha del Bautismo es el aniversario de la entrada de las personas en la Madre Iglesia.
Después invitó a los religiosos a considerar tres aspectos de la vida cristiana: escuchar la Palabra de Dios, caminar juntos, y predicar el Evangelio en las periferias.
Papa Francisco
“No basta con leer la Sagrada Escritura. Es necesario escuchar a Jesús que habla a través de ella. ¡Debemos ser como antenas receptoras, sintonizad con la Palabra de Dios, para ser antenas que transmitan!”.
El Papa dijo que el segundo punto es especialmente importante para los religiosos. Ellos son parte de una comunidad que está dentro de otra más grande que es la Iglesia. Francisco afirmó que si se quiere avanzar se debe hacer juntos y unidos a Cristo.
Por último, les recordó su deber misionero siguiendo el ejemplo de San Francisco: salir a las periferias y complicarse la vida para anunciar el Evangelio.
Papa Francisco
“No dejéis que os detengan los prejuicios, los hábitos, la rigidez mental o pastoral, ese '¡si siempre se ha hecho así!'. Pero sabed que sólo se puede ir a las periferias si se lleva la Palabra de Dios en el corazón y si se camina con la Iglesia, como San Francisco.”
En algunos momentos el Papa se salió del discurso preparado para interactuar con la gente. Dijo que hay que volver a los tiempos en los que los sacerdotes sabían de memoria los nombres de sus parroquianos.
Cuando habló de la necesidad de perdonar lamentó que algunas parejas se separaran tras años de matrimonio. Por eso, dio unos consejos para los recién casados.
Papa Francisco
“Discutid todo lo que queráis, y si salen volando los platos, que así sea. Pero nunca dejéis que termine el día sin hacer las paces. ¡Nunca!”
Y como era el día de su santo antes de marcharse le felicitaron con una canción universal.
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