13-08-2013 Radio Vaticana
(RV).- (Escuchar audio) Durante la misa de clausura de las
celebraciones por el centenario de la archidiócesis de San Salvador, el enviado
especial del Papa Francisco, el cardenal cubano, Jaime Ortega, recordó este
domingo al amado arzobispo salvadoreño, Óscar Arnulfo Romero y rezó para su
próxima canonización en medio de los aplausos de más de 70 mil fieles que
participaron en el evento.
“Pedimos al Señor el honor de los altares para el amado
arzobispo”, manifestó el enviado papal durante la homilía del acto celebrado en
el complejo deportivo de Santa Tecla. El cardenal Ortega, arzobispo de la
Habana, presidió la eucaristía que clausuraba también el V Congreso Eucarístico
Nacional y festejaba los 100 años de la creación de la arquidiócesis de la
capital salvadoreña por el papa Pío X, en 1913.
Participaron asimismo en la ceremonia multitudinaria el
nuncio en El Salvador, el arzobispo Mons. Léon Kalenga; el arzobispo de
Tegucigalpa, cardenal Oscar Rodríguez Maradiaga, que participó como relator en
el Congreso Eucarístico; los obispos locales y de otros países
centroamericanos; decenas de sacerdotes y seminaristas, y miles de feligreses
participaron en la eucaristía.
Citando la última cena di Jesús con sus discípulos, el
purpurado cubano recordó que aquella cena estuvo rodeada de un “ambiente de
dolor y sospechas”. “Un ambiente de pesar cargado de tensión que nos hace
pensar en la última eucaristía que monseñor Romero no pudo concluir; ahora, en
esta celebración, lo sentimos a él cercano a nosotros y pedimos al Señor para
él el honor de los altares”, añadió el cardenal cubano.
Mons. Romero fue asesinado por un francotirador
desconocido cuando oficiaba una misa en la capilla de un hospital de San
Salvador el 30 de marzo de 1980 y está en proceso de canonización en el
Vaticano.
El cardenal Ortega abogó por que “la eucaristía celebrada
cada día” y “aquella eucaristía que no pudo concluir monseñor Romero traigan a
este querido país, que lleva el nombre del mismo Salvador del Mundo, un gran
deseo de reconciliación, un rechazo total de la violencia y una siembra de paz
en los corazones y en la sociedad”.
El enviado papal también expresó la "voluntad de
reconciliación, un rechazo total de la violencia y una semilla fecunda de la
paz en los corazones y en la sociedad salvadoreña", que celebraba las
fiestas patronales, en las que participaron asimismo las diócesis de Santa Ana
y San Miguel.
Durante la homilía, dedicada a la Eucaristía, el cardenal cubano
instó a los fieles a ser evangelizadores de su entorno y a ser firmes en la fe,
porque "el cristiano debe vivir siempre -dijo- con la lámpara de la fe
encendida para descubrir el amor de Dios cerca de nosotros."
La eucaristía culminó con una corta procesión en el mismo
complejo deportivo. El V Congreso Eucarístico Nacional, que siguió a los
celebrados en los años 1942, 1964, 1992 y 2000, incluyó desde el pasado día 8
diversas actividades de índole religiosa (ER - RV)
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