27 de mayo, 2013 (romereports.com) Los niños protagonizaron la primera visita pastoral del Papa a una parroquia de Roma. Inmediatamente se estableció una gran conexión entre el Papa y los pequeños. Muchos hicieron la primera comunión. El Papa asumió el reto de explicarles nada menos que el misterio de la Santísima Trinidad.
Papa Francisco
A vosotros niños, os pregunto: ¿Quién sabe quién es Dios? Eso es, el Creador de la Tierra. ¿Y cuántos dioses son? ¿Uno? Pero a mí me han dicho que son tres: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo! ¿Cómo se explica eso? ¿Es uno o son tres? ¿Uno? ¿Uno? ¿Y cómo se explica que uno sea el Padre, otro el Hijo y otro el Espíritu Santo? ¡Fuerte!, ¡Fuerte! Eso es, bien. Son tres en uno, tres Personas en Uno.
Uno de los momentos más emocionantes de la visita fue cuando al terminar la Misa los niños que habían hecho la Primera comunión subieron al altar para bendecir al Papa cantando la 'Bendición de San Francisco'. El Papa se inclinó durante el canto como hizo en su primer día de pontificado mientras la plaza de San Pedro rezaba por él. Después agradeció a los niños y niñas esa bendición.
El Papa agradeció al párroco la buena acogida y le pidió que sigan trabajado como 'centinelas' en la periferia.
Papa Francisco
“Querido primer centinela, querido segundo centinela, queridos centinelas, me gusta esto que ha dicho: que la periferia tiene un sentido negativo pero también un sentido positivo. ¿Sabe por qué? Porque la realidad en su conjunto se entiende mejor no desde el centro, sino desde la periferia. Se entiende mejor también esto que ha dicho: convertirse en centinelas”.
El Papa explicó que acudía a la parroquia como Papa pero sobre todo como obispo de Roma. Además tuvo un detalle especial con su secretario personal.
Papa Francisco
“Aquí hay sacerdotes que vosotros conocéis bien, están los dos secretarios del Papa, pero el Papa está en el Vaticano. Aquí hoy ha venido el Obispo. Estos dos trabajan bien, pero uno de ellos, el padre Alfred, hoy celebra el aniversario de su ordenación sacerdotal: 29 años. ¡Un aplauso! Recemos por él y pidamos para que tenga al menos otros 29 años”.
Al finalizar la ceremonia el Papa recorrió las calles cercanas a la Parroquia en un pequeño papamóvil desde el que podía bendecir y saludar a los vecinos.
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