Mons. Reinaldo Nann

lunes, 11 de marzo de 2013

La Ciudad del Vaticano y su gobierno: el Estado más pequeño del mundo



10 de marzo, 2013. (Romereports.com) La plaza de San Pedro es mucho más que un monumento. Es la puerta de entrada al Estado Vaticano. Una vez traspasada la verja que rodea esta monumental plaza, las leyes que rigen los demás países quedan atrás. Aquí sólo valen las leyes del Estado Ciudad del Vaticano.

En este pequeño Estado se encuentra el gobierno central de la Iglesia católica, constituido por el Papa y los organismos que lo ayudan en esa tarea.


El Estado Ciudad del Vaticano es el más pequeño del mundo, con sólo 44 hectáreas de extensión. Por ejemplo, los terrenos del Capitolio de Washington  ocupan más espacio que todo este Estado.

Su población no llega a las 800 personas, pero sólo unas 450 tienen la ciudadanía, que no se obtiene por nacimiento, sino por concesión. Son ciudadanos del Estado Vaticano los diplomáticos empleados en las nunciaturas de todo el mundo, los cardenales y algunos ayudantes del Papa, además de la Guardia suiza y algunos laicos que trabajan en las dependencias vaticanas.

En el Vaticano, el Papa es el monarca absoluto pero en la práctica quien realmente gobierna el territorio es el presidente del Governatorato, cargo que actualmente ocupa el cardenal Giuseppe Bertello.

El Papa delega los poderes ejecutivo, legislativo y judicial del territorio en Comisiones Pontificias. Pero durante la Sede Vacante, el colegio de cardenales asume estos poderes.

Tras los muros vaticanos se puede encontrar de todo: una farmacia, un supermercado, una gasolinera o unos grandes almacenes libres de impuestos.

Además hay un servicio de correos que acuña sus propias monedas y publica sus sellos. Este Estado también dispone de su propio dominio de Internet, el .va y de un himno, compuesto por el músico francés Charles Gounod.

El Estado Ciudad del Vaticano es custodiado por la Gendarmería pontificia, que junto con la Guardia Suiza, trabaja para la seguridad del Papa y de los ciudadanos vaticanos.

Sin duda, los vivos colores de sus uniformes hacen que la Guardia Suiza sea un icono. Este cuerpo de defensa nació en el siglo XVI y está compuesta por 110 soldados.

Nada falta en el Estado Ciudad del Vaticano. 44 hectáreas más que suficientes para gobernar sin interferencias a los casi 1.200 millones de católicos que hay en el mundo.

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