Mons. Reinaldo Nann

domingo, 23 de diciembre de 2012

Cuarta semana de Adviento



La figura central del Evangelio principal de esta semana es María, la madre de Jesús. En ella vemos un ejemplo de esperanza y de acciones dignas de la espera del Mesías. Como María, nosotros también llevamos a Cristo dentro de nosotros en cierta forma. De modo semejante, también nos preparamos para su llegada. Una de las facetas de la Navidad es la aceptación personal de Cristo. Como María, aceptemos a Cristo y aprendamos de la doctrina que escuchamos en sus palabras y en el seguimiento de una vida buena según el mandamiento de la caridad. También es bendito el que acepta a Cristo y lo lleva dentro de sí, no sólo como un modelo y guía de vida, sino el que lo muestra con las acciones acordes a la vida de virtud y gracia que Él nos enseñó. En la Navidad ya próxima, que nuestros maestros sean Jesús y María.

Acciones
La Virgen María visitó a si prima Isabel para ayudarle mientras lo necesitaba. Nosotros también podemos hacer visitas, a los enfermos, encarcelados, solitarios o tristes. Brindémosle compañía, alegría y entusiasmo por el próximo encuentro con Jesús en su nacimiento.

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