18-10-2012 Radio Vaticana
(RV).- En la Oficina de prensa de la Santa Sede al
mediodía ha tenido lugar, una Conferencia de prensa de los presidentes
delegados del Sínodo para informar de los trabajos de la Asamblea sinodal, un
día después que ayer tarde fuera presentado la Relatio post disceptationem.
Han intervenido el cardenal John TONG HON, obispo de Hong
Kong (China); el Cardenal Francisco ROBLES ORTEGA, Arzobispo de Guadalajara
(México); el cardenal Laurent MONSENGWO PASINYA, Arzobispo de Kinshasa (Congo);
Mons. Ján BABJAK, arzobispo Metropolita di Prešov para los católicos de rito
bizantino.
Los prelados han hecho un balance de esta primera parte
del Sínodo sobre la Nueva evangelización y han trazado los límites, el contexto
y el material sobre el cual ahora los padres sinodales, tras las discusiones
generales en Aula del Sínodo, se disponen a tratar y evaluar en grupos
lingüísticos, en los llamados Círculos menores. Círculos menores reunidos ya a
partir de hoy, mañana y tarde, para elaborar la lista de “preposiciones” y el
borrador del “Mensaje Final” del Sínodo.
“La nueva evangelización no es un programa temporal, sino
una manera de ver el futuro de la Iglesia y de vernos todos comprometidos en la
renovación de la fe, porque el anuncio del Evangelio es la misión primordial de
la Iglesia”. Así se expresó ayer tarde, en presencia del Papa, el cardenal
estadounidense, Wuerl Donarl, ponente general de la Asamblea sinodal,
presentando el "Informe después de la discusiones generales", y que
contiene los temas más importantes del Sínodo, útiles para la preparación de
los documentos finales.
“Hoy especialmente -señaló el arzobispo de Washington-, el
ministerio de la Iglesia se encuentra en una fase de revisión de su manera de
llevar la Palabra de Dios en un contexto nuevo, globalizado, lleno de retos y
donde hay una gran ignorancia de la fe, especialmente en los países de antigua
tradición cristiana”. En la práctica, el relator general del Sínodo destacó que
lo que necesitamos es una “renovación espiritual que la Iglesia debe proclamar
y aplicar”.
El cardenal Wuerl recordó todos los problemas más
acuciantes del Sínodo: el diálogo interreligioso, especialmente con el mundo
musulmán; la violencia y la reducción de la libertad religiosa; el compromiso
ecuménico; los medios de comunicación, que requieren un nuevo lenguaje y una
nueva forma de comunicación en la Iglesia.
Grande es el desafío que plantea la nueva evangelización
en el contexto de la cultura y por lo tanto en la relación entre
persona-comunidad-sociedad. Por ello, un gran aporte puede provenir del “Atrio
de los Gentiles”, así como de las obras de justicia social y de caridad de la
Iglesia con los pobres y los que sufren.
A continuación, el cardenal Wuerl indicó algunos
"instrumentos" válidos para un nuevo anuncio del Evangelio: las
parroquias, las pequeñas comunidades, las escuelas, las universidades, las
peregrinaciones, los catequistas. Pero es sobre todo el matrimonio, la familia,
la Iglesia doméstica, dijo el cardenal Wuerl, la institución que logra transmitir
la fe en las situaciones más difíciles, a formar a la persona humana, que hoy
tiene necesidad de apoyo en un mundo secularizado.
El cardenal Wuerl dedicó un amplio espacio a los
sacerdotes y consagrados insustituibles para la nueva evangelización en una
época donde escasea las vocaciones. Pero recordó igualmente la necesidad de
integrar a los laicos a todos los niveles en la organización de la iglesia
local, ya que todos los católicos deben convocar a la gente a la práctica de la
fe.
El informe del cardenal Wuerl contiene 14 preguntas, a las
que tendrán que responder los Padres sinodales, preparando así el terreno para
la elaboración de los documentos finales de la Asamblea sinodal.
“Ahora que la Iglesia es consciente de sus dificultades,
tensiones, preocupaciones, pecados y su debilidad humana -acabó diciendo el
purpurado-, es hora de mirar un nuevo Pentecostés, para vivir la Palabra de Dios
y compartirla con alegría”.
(ER – RV)
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