Mons. Reinaldo Nann

viernes, 10 de agosto de 2012

Por la Paz en Siria


La ola de violencia que sacude a Siria desde marzo de 2011 no tiene visos de remitir a corto o medio plazo. Se cuentan ya por miles los muertos y heridos a causa de esta guerra entre el gobierno autoritario de Bashar Al-Assad y grupos de rebeldes islámicos que abogan, con radicalidad, por el triunfo de un régimen democrático en Siria. Ante esta situación, los cristianos en Siria no buscan más que la paz. La Iglesia, que es la que está sosteniendo a la población, puede desempeñar un papel importante en la consecución de la misma. Y nosotros, también podemos hacer algo desde aquí: rezar.

Recemos por los asesinados, entre ellos cristianos e, incluso, sacerdotes católicos. Por los miles de refugiados que huyen de la violencia de los fundamentalistas islámicos; Recemos también por los violentos, para que acudan al arrepentimiento y triunfe sobre ellos la paz.

"Que Cristo resucitado otorgue esperanza a Oriente Próximo,
para que todos los componentes étnicos, culturales y religiosos de esta región colaboren en favor del bien común y el respeto de los derechos humanos.

Que en Siria cese el derramamiento de sangre
y se emprenda sin demora la vía del respeto,
del diálogo y de la reconciliación,
como auspicia también la comunidad internacional.

Y que los numerosos refugiados provenientes de ese país
y necesitados de asistencia humanitaria,
entren la acogida y solidaridad que alivien sus penosos sufrimientos".

Benedicto XVI, abril de 2012

Padrenuestro, Avemaría y Gloria...

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