Mons. Reinaldo Nann

jueves, 17 de mayo de 2012

Presencia de Dios en el mundo



Hoy día —a la vista de las desgracias que ocurren en nuestro mundo— es frecuente la pregunta: "¿Dónde está Dios?". Jesús, de un modo misterioso, afirma que le volveremos a ver, y que eso nos causará gozo. Además, nos ha desvelado el rostro de Dios: Él es Padre.

A Dios no se le escapa el mundo de las manos. Él no ejerce un "gobierno policial" (como solemos hacer nosotros), sino providencial. Dios no es un "arbitro". Como Padre providente, Dios "deja hacer", pero "no nos deja". Es decir, respeta los dinamismos de este mundo (las leyes de la naturaleza y las decisiones de nuestra libertad, incluso las erróneas), pero —en su infinita bondad y sabiduría— lo reconduce todo hacia la salvación de la humanidad. Ejemplos: César Augusto, Herodes, Poncio Pilatos, aun actuando erróneamente, fueron instrumentos providenciales al servicio de nuestra redención…

—Jesús, quisiera decir a todos: no nos inventemos "dioses"; dejemos que Dios sea Dios, y confiémonos con gozo a sus "brazos" de Padre.

Comentario: Rev. D. Antoni CAROL i Hostench (Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España).

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