Mons. Reinaldo Nann

sábado, 5 de mayo de 2012

Dios Padre



Hoy Jesucristo habla del Padre, descubriéndonos su intimidad divina. Con naturalidad, Cristo menciona a una Persona distinta de Él. Pero sus palabras muestran una sorprendente igualdad entre ambos: quien ve a Jesús también ve al Padre. Jesucristo nos pide que creamos esta misteriosa revelación.

Por la fe aceptamos este misterio. Pero podemos entender que no es imposible que Dios sea así: si es Amor, sería raro que existiera como un ser "solitario" (un "eterno solterón"). Para amar debe haber "otro". El nombre de "Padre" hace referencia a ese "Otro" (el Hijo, también eterno), porque sólo se es padre si hay un hijo. Es una Persona-Padre infinita: es pura Paternidad. Esa paternidad le hace distinto del Hijo, pero, a la vez, le une al Hijo: están tan infinitamente unidos, que el Hijo está en el Padre y el Padre en el Hijo.

—Creo en Dios Padre, creo en Dios Hijo, creo en Dios Espíritu Santo. Creo en Dios Uno y Trino.

Comentario: Rev. D. Antoni CAROL i Hostench (Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España).

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