Mons. Reinaldo Nann

viernes, 20 de abril de 2012

¿Por qué defender la vida por nacer?



Cada vida humana empieza a existir por una acción de los padres, que generan el cuerpo, pero también de Dios, que infunde el alma. Con la misma identidad biológica desde el momento de la fecundación hasta la muerte, posee un inviolable valor y un potencial que superan las expectativas y las circunstancias en las que fue engendrada.

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