Mártires.
Sus nombres no constan el en Martirologio Romano actual.
Etimológicamente: Anastasia = Aquella que resucita, es de
origen griego.
Etimológicamente: Basilisa = Aquella que reina, es de
origen griego.
Las ilustres y venerables matronas romanas santa Basilisa
y santa Anastasia, habían recibido la luz de la fe y la gracia de nuestro Señor
Jesucristo por mano de los gloriosos príncipes de los apóstoles san Pedro y san
Pablo.
Quedaron tan devotas suyas, que ni aun después que ellos
padecieron el martirio, quisieron dejar por temor humano de reverenciarles;
antes, recogiendo con todo cuidado las venerables reliquias de aquellos
santísimos Maestros de nuestra fe, les dieron secretamente honrada sepultura.
Mas como por este oficio de piedad fuesen acusadas delante
del impío y cruelísimo Nerón, este primer perseguidor y fiera sanguinaria, sin
respeto de la virtud y nobleza de aquellas piadosas matronas, mandó que las
prendiesen y las presentasen a su tribunal cargadas de cadenas.
Pretendió el bárbaro emperador apartarlas del nuevo
instituto y vida cristiana que les habían enseñado los santos apóstoles, mas
ellas con gran fortaleza confesaron a Jesucristo, diciendo que era verdadero
Dios, por el cual ellas estaban dispuestas a confesarle también, derramando la
sangre y muriendo si fuese menester.
Entonces mandó el tirano que sacasen de su presencia a
aquéllas damas tan principales y las encerrasen en la cárcel hasta el día
siguiente, en el cual se les concedía nueva audiencia. Venida la hora de
comparecer de nuevo al tribunal, mostráronse tan constantes e invencibles en la
confesión de Cristo, que luego ordenó el ferocísimo emperador matar las bajo
tormentos.
Azotáronlas con bárbara inhumanidad, colgáronlas en un
potro, y abrasaron sus delicadas carnes con hachas encendidas; y viendo los
verdugos que todo, esto sufrían ellas sin quejarse, y que no cesaban de invocar
el nombre de Cristo Jesús, con gran furor les "sacaron las lenguas de la
boca y se las cortaron. Cortáronles después los pechos y las atormentaron
cruelísimamente hasta que se cansaron de hacer en aquellos santísimos cuerpos
la más horrible y sangrienta carnicería, y como no pudiesen quebrantar un punto
la constancia maravillosa de aquellas flacas mujeres y fortísimas mártires del
Señor, las condenó el tirano a ser degolladas, y así confirmaron con su sangre
y con su muerte la doctrina de Dios que habían recibido de los bienaventurados
Príncipes y esclarecidos Maestros de la Iglesia romana.
La edición antigua del Martirologio Romano recordaba a
Santas Basilisa y Anastasia el 15 de Abril, más luego de las últimas reformas
en esta materia se unieron a todos los mártires de Roma en una sóla celebración
el 30 de junio.
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