Mons. Reinaldo Nann

lunes, 26 de marzo de 2012

Jesús es el Legislador, es la Justicia en persona

Jesús y la mujer adúltera

Hoy, el evangelista Juan pone de relieve un detalle: mientras los acusadores lo interrogan con insistencia, Jesús se inclina y se pone a escribir con el dedo en el suelo. El gesto muestra a Cristo como el Legislador divino: en efecto, Dios escribió la ley con su dedo en las tablas de piedra.

Jesús es el Legislador, es la Justicia en persona. Y, ¿cuál es su sentencia? "Aquel de vosotros que esté sin pecado, que le arroje la primera piedra". Estas palabras están llenas de la fuerza de la verdad, que desarma, que derriba el muro de la hipocresía y abre las conciencias a una justicia mayor, la del amor, en la que consiste el cumplimiento pleno de todo precepto.

—Jesús, absolviendo a la mujer de su pecado, la introduce en una nueva vida, orientada al bien: Dios sólo desea para nosotros el bien y la vida; se ocupa de la salud de nuestra alma por medio de sus ministros, liberándonos del mal con el sacramento de la Reconciliación.

* Texto elaborado a partir de textos de Benedicto XVI (Master evangeli.net)

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