Mons. Reinaldo Nann

martes, 22 de noviembre de 2011

La esperanza, clave de un nuevo lanzamiento del continente africano


22-11-2011 Radio Vaticana

Lunes, 21 nov (RV).- La esperanza cristiana es el corazón del mensaje que Benedicto XVI deja en Benín, para que ilumine todo el continente africano y se propague en todo el mundo. Al concluir esta peregrinación pontificia, el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede y de nuestra emisora, P. Federico Lombardi, respondió a algunas preguntas de nuestros enviados. Empezando por el mensaje del Papa:

«La esperanza es la clave de un nuevo ‘lanzamiento’ del continente africano hacia el futuro. Éste es el mensaje del viaje del Papa a Benín y el mensaje de la Exhortación apostólica postsinodal ‘Africae munus. Creo que es el verdadero punto que no hay que perder: estamos demasiado acostumbrados –en los otros continentes y en todo el mundo– a ver sólo los aspectos negativos -que los hay– como los conflictos, los sufrimientos, las enfermedades... Pero no hay que olvidar los aspectos positivos. Hay que impulsar los grandes recursos que existen, liberándolos para que puedan despegar y manifestarse. Con el buen gobierno, la educación, la ayuda al desarrollo y el anuncio de la esperanza cristiana. Creo que los africanos, sin necesidad de tantos discurso, han comprendido muy bien este mensaje de esperanza y su alegría al acoger al Papa lo ha manifestado».

Ahora, se puede decir, que esta visita de Benedicto XVI se seguirá proyectando en el futuro:

«Sí: el Papa lo dijo al final de la Misa, entregando la Exhortación postsinodal a los presidentes de la conferencias episcopales. Ahora, en cierto sentido, esa entrega cierra el camino de preparación, de la celebración del Sínodo y de la recopilación y síntesis de los resultados de la Asamblea sinodal. Y se abre, se pone en marcha, el camino de asimilación y puesta en práctica. Creo que el documento se presta muy bien a ello, pues tiene diversas sugerencias concretas para la pastoral de la Iglesia, en diversos campos de apostolado y experiencia. Con iniciativas concretas a corto plazo: un Año de la Reconciliación, Jornadas y semanas de reconciliación, organizadas en ámbito local por las Conferencias episcopales. Por lo que el camino se mantiene vivo y no se debe interrumpir ahora. Aún no se llegó a la meta. Es un punto de partida».

Entre los momentos simbólicos de este viaje apostólico de Benedicto XVI quedarán, quizás, el encuentro con las autoridades políticas y el encuentro con los niños, que son las primeras víctimas del mal gobierno y al mismo tiempo la esperanza para el porvenir:

«Yo también tuve la impresión de que los momentos simbólicos, que quedarán grabados en la mente – además de la gran fiesta eucarística final, de la Misa tan festiva con los representantes de todas las Conferencias episcopales – fueron el discurso a los gobernantes, a los responsables de la sociedad, y el encuentro con los niños, que, en cierto sentido son los responsables del futuro. El Papa dice: ‘no privéis a vuestro pueblo de su esperanza y su futuro’. Los niños son el futuro concreto que ya está empezando, con las dificultades que hay, que pueden ser víctimas de injusticias, enfermedades y pobreza... Que son el tesoro que – amado y cuidado – puede dar una riqueza de recursos humanos y espirituales extraordinarios, de los que depende el futuro de África. En fin, dos imágenes significativas: el Papa habla con firmeza a los responsables y el Papa que acoge con gran amor y ternura a los niños, que son el mañana que hay que ayudar a florecer. Espero que todos perciban algo que, por otra parte se vio de forma evidente, en las imágenes del encuentro del Papa con los niños. Imágenes que, a través de los ojos, llegan directamente al corazón y que espero que todos hayan podido captar».

(MFB-RV)

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