Mons. Reinaldo Nann

lunes, 10 de octubre de 2011

Los monasterios mejoran el ambiente contaminado


09-10-2011 Radio Vaticana

En su saludo a la población antes de visitar la Cartuja, Benedicto XVI agradeció con afecto la calurosa acogida. Agradeciendo también al Arzobispo de Catanzaro-Squillace y al alcalde por las amables palabras de bienvenida, el Papa se refirió a la presencia de la comunidad monástica, con su larga historia enlazada con san Bruno, que “constituye una constante evocación de Dios, una apertura hacia el Cielo y una invitación a recordar que somos hermanos en Cristo”.

“Los monasterios tienen en el mundo una función muy preciosa, diría indispensable”, destacó Benedicto XVI, añadiendo que “si en la Edad Media fueron centros de bonificación de los territorios pantanosos, hoy sirven para ‘bonificar’ el ambiente en otro sentido. En efecto, algunas veces, el clima que se respira en nuestras sociedades no es salubre. Está contaminado por una mentalidad que no es cristiana. En este clima no sólo se margina a Dios, sino también al prójimo, y no hay empeño en favor del bien común. Mientras que, por su parte, el monasterio es modelo de una sociedad que coloca en el centro a Dios y la relación fraterna, que tanto necesitamos también en nuestro tiempo”.

En su saludo a los queridos amigos de Serra San Bruno, Benedicto XVI les recordó que “el privilegio de tener cerca esta Cartuja es una responsabilidad”. Alentándolos a “atesorar la gran tradición espiritual de este lugar y a procurar ponerla en práctica en la vida cotidiana, con el amparo de la Virgen María y de San Bruno”. (Cecilia de Malak – RV).

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