Mons. Reinaldo Nann

sábado, 8 de octubre de 2011

Benedicto XVI dona 400 mil dólares para paliar la dramática situación en el Cuerno de África


08-10-2011 Radio Vaticana

Benedicto XVI, a través del Consejo Pontificio Cor Unum, donará una ayuda inicial de 400 mil dólares para paliar la dramática situación en el Cuerno de África. Una ayuda que se añadirá a la también comprometida participación de la iglesia local de Somalia, Etiopía y Djibuti, que además han ofrecido acogida y ayuda a las víctimas. Es el anuncio realizado esta mañana por el cardenal Robert Sarah en la sala Juan Pablo II de la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

Este mediodía tuvo lugar la Conferencia de Prensa de información y actualización por parte del Pontificio Consejo Cor Unum junto con algunos principales organismos caritativos, sobre la situación y la intervención en el Cuerno de África. En la rueda de prensa participaron el Card. Robert Sarah, Presidente del Consejo Pontificio Cor Unum, el Administrador Apostólico de Mogadiscio, Somalia Mons. Giorgio Bertin, el Secretario General de Cáritas Internationalis, Sr. Michel Roy, y el Director Ejecutivo del Servicio Católico a Refugiados, además de representantes de organismos caritativos católicos que trabajan en la zona. En su intervención el purpurado presidente del Dicasterio, Card. Robert Sarah recordó que se trata de una cuestión muy querida por el Santo Padre y recordó que del Cuerno de África, ha sido el Pontífice uno de los primeros que se pronunció en el ámbito internacional el pasado 17 de julio y lo repitió en la audiencia del pasado miércoles 5 de octubre, cuando recordó su preocupación y lanzó un llamamiento a la comunidad internacional.



El presidente del Consejo Pontificio Cor Unum, Card. Robert Sarah destacó la participación de un delegado del Arzobispo de Canterbury quien se ha hecho portador de la preocupación conjunta y del esfuerzo también conjunto de las comunidades cristianas. “Todo este esfuerzo –añadió- nos habla de la vitalidad que la fe produce y que se manifiesta en estos frutos en el acto de compartir, pero también del amor, la compasión, la atención hacia el otro, la ayuda y la promoción de la persona humana sin importar la raza o religión a la que pertenezca". Esta acción, subrayó, es una consecuencia que brota de nuestra fe que se hace activa en el amor. “La Iglesia católica continuará haciendo su parte y buscará todavía la colaboración con las demás comunidades cristianas para desempeñar una parte activa en la solución del drama humano que se está consumando en el Cuerno de África” dijo el purpurado, quien acto seguido se dirigió a todos los fieles para que no se olviden de sus hermanos que sufren. Explicó que el encuentro celebrado esta mañana en la sede del dicasterio Cor Unum, y sucesivamente el encuentro con la prensa habla de la respuesta de la Iglesia mediante un “sí”, ofrecido por diversos sujetos, diócesis, agencias, asociaciones, misioneros e institutos religiosos, pero que es unitaria y que responde al deseo del papa de dar testimonio de la caridad de Cristo y de toda la Iglesia hacia el hombre que sufre. Donde sufre el hombre, Dios le está cercano”.

Durante la Conferencia de prensa se habló de las ayudas de urgencia y de las prioridades para socorrer a estos pueblos del Cuerno de África que comprenden los países de Kenia, Somalia, Yibuti, Eritrea y Etiopía, donde -como ha dicho el cardenal Robert Sarah-, “la muerte por hambre y sed es dueña” añadiendo que “es necesario actuar porque cada día niños, ancianos y mujeres, mueren pidiendo agua, pan, medicinas: No tienen nada y no hay nada”.


"Renuevo el llamamiento del Santo Padre a la comunidad internacional. Desgraciadamente a menudo, advertimos que los mecanismos que gobiernan la acción internacional se basan en la búsqueda de los intereses particulares de algunas naciones. Prevalecen los aspectos del egoísmo también en la política internacional. En cambio tenemos que dejarnos inspirar por una política que realmente esté preocupada por el bien común. Sólo la búsqueda del bien común permite que no haya vencedores ni vencidos, víctimas y verdugos, explotadores y hambrientos. Debe prevalecer una visión del hombre y de la sociedad en la que se reconozca al valor económico la importancia que merece, pero no la última decisión sobre el bien y el mal."

El cardenal Sarah ha insistido en dos aspectos fundamentales en la emergencia humanitaria del Cuerno de África: el desarrollo y la educación. Una emergencia en la que se encuentran todos los ingredientes dramáticos que están presentes en situaciones de crisis similares:

"Un evento catastrófico - en este caso, la larga sequía - la falta de infraestructuras sanitarias, la escasez de personal calificado para manejar situaciones de emergencia, la inestabilidad política, la corrupción, la pobreza endémica de la zona, la falta de trabajo. Pero hay una cosa en particular que me preocupa y amenaza con poner en peligro el futuro de esta parte del continente africano, y es ésta: los millones de personas desplazadas que se encuentran vagando en busca de supervivencia mañana se convertirán en refugiados, en prófugos, clandestinos sin techo, sin patria, sin hogar, ni trabajo, ni una comunidad en la que guarecerse. Toda una generación es probable que se pierda."

En África, como en otras partes del mundo, un elemento fundamental -ha recordado el cardenal Sarah, que reúne a las comunidades y no separa a las personas es “la escuela”.

"Donde hay una escuela, donde hay educación, hay un futuro posible, habrá un mañana con trabajo, y se formarán familias."

El purpurado recordó que, dentro de poco más de un mes Benedicto XVI, regresará a África y esta vez a Benín, para entregar la exhortación apostólica post-sinodal fruto de la segunda asamblea especial continental que se desarrolló en el Vaticano del 4 al 25 de octubre de 2009 “para dar testimonio –declaró el Cardenal- de cuánto el continente está en el corazón del Papa, y de los Pontífices más recientes, desde Pablo VI, Juan Pablo II hasta el Papa Ratzinger”. “África -sentenció- es un pueblo que sufre, y donde sufre el hombre, Dios está presente. Sin embargo, África representa el futuro para la Iglesia”. Añadió al respecto que debemos dejarnos inspirar a desempeñar una política que tenga en el corazón verdaderamente el bien común.

Recordamos que en la entrevista concedida al Osservatore Romano el Cardenal Robert Sarah puntualizó que el Papa se mantiene constantemente informado e impulsa al dicasterio a hacer todo lo que esté en sus posibilidades para ayudarlos. Una ayuda que Cor Unum no ha hecho faltar durante este periodo. “Estamos conscientes –explicó el Cardenal Sarah- de que por cuanto pueda ser substancioso, no puede bastar. Refiriéndose al encuentro de este viernes, y cuya presentación tuvo lugar esta mañana explicó que ante esta urgencia el dicasterio ha convocado a Roma asociaciones y organizaciones católicas de solidaridad para buscar de comprender qué cosa se puede hacer de más.

En el encuentro organizado por el Vaticano sobre la situación en el Cuerno de África participaron los representantes de diversas organizaciones, entre ellas Caritas internationalis, el Servicio Católico para Refugiados, Cáritas italiana, Cáritas Alemania, la Orden de Malta y Manos Unidas, el obispo Giorgio Bertin, administrador apostólico de la diócesis de Mogadiscio, en Somalia y también un representante del arzobispo de Canterbury. En la entrevista publicada ayer por el Osservatore Romano, el Card. Sarah definió a la Comunidad internacional “siempre lista para explotar África y nunca para ayudarla verdaderamente”, y afirmó que “da la impresión de que existe un diseño preciso para dejar al continente en el caos político, mientras sería suficiente que las grandes potencias se comprometan en asegurar estabilidad política en los Estados donde reina el caos completo, para evitar que a los dramas de la naturaleza se añadan aquellos producidos por el hombre”.

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