Mons. Reinaldo Nann

miércoles, 6 de julio de 2011

Oración

Queridos amigos,

Los que habitualmente seguís el blog, habréis visto que, el mes de julio está dedicado a la preciosísima sangre de Jesús, gracias a cual hemos sido redimidos. Y de hecho, con su cuerpo donado y con su sangre derramada, el Hijo de Dios nos salvó.

Su sangre es el signo máximo del amor: "Nadie tiene mayor amor que quien da su vida por sus amigos y vosotros sois mis amigos".

Queremos invitaros durante este mes, a recitar una oración maravillosa, de la gran tradición cristiana:

Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que con tus santos te alabe.
Por los siglos de los siglos. Amén.

PD: Sería bueno aprenderla de memoria y recitarla todos los días y hacerla aprender a vuestros hijos.

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